Ojos que no ven… paladar y estómago que no sienten

Ojos que no ven… paladar y estómago que no sienten

Foto: Enfoque

Este fin de semana se hizo viral un video que muestra a una vendedora de cervezas limpiando vasos que, supuestamente, fueron reutilizados para la venta de bebidas en el partido del Club Puebla en el estadio Cuauhtémoc.

 

Aunque muchos usuarios aseguran que la trabajadora solamente estaba contando los vasos que le quedaron para poder entregar la cuenta y cobrar su ganancia por la venta, un mayor porcentaje dio por hecho que los recipientes eran reutilizados.

 

 

Es obvio que esta afirmación no hará que la gente deje de comprar bebidas en el estadio, porque tal y como sucede en la vida diaria, hay alimentos que comemos y no gozan de la mejor higiene en su preparación, aunque pareciera que para la gente es preferible tolerarlo que negarse ese placer.

 

La comida callejera tiene ese “toque de insalubridad” que hace que tenga un sabor característico, por lo que pocos se toman la molestia de ver si la o el cocinero se lavó las manos antes de hacerla, o si sus instrumentos estaban limpios y sus ingredientes desinfectados.

 

Las memelas

 

Muchos hemos comido memelas, gorditas o como sea que las conozcas, en algún puesto de la calle, porque sin duda este tipo de alimentos saben mejor a pie de la banqueta.

 

En esos lugares no hay un lavamanos, por lo que es común ver que la memelera cuenta con un bote de agua que usa para enjuagarse las manos, pero al cabo de las horas el agua se vuelve evidentemente turbia, entre la masa, la grasa, la salsa y sí, la suciedad de las monedas y billetes.

 

Pero, aun así, la gente come y seguirá comiendo este tipo de memelas en platos de plástico que solamente se limpian con un trapo y van pasando de cliente en cliente solo con un papelito que funciona como filtro.

 

Las chalupas

 

Aunque en gustos se rompen géneros y hay paladares para todo, muchas personas coinciden en que unas chalupas en una feria patronal son deliciosas, aún y cuando la grasa hace imposible separarlas entre sí y apenas tienen una hebra de carne.

 

Pero es esa mezcla entre la grasa de la manteca y la salsa lo que le da un sabor característico a las chalupas, esto sin contar el cochambre que existe en el comal donde se hacen.

 

Cucarachas y ratas en las cocinas

 

Las plagas son otro inconveniente con el que deben lidiar los responsables de los negocios, pero todos tratamos de pensar que no, especialmente cuando se trata de espacios donde se preparan alimentos o se vende comida.

 

Tanto restaurantes como cocinas económicas no se salvan de las especulaciones sobre lo que hay en sus cocinas, y es que en estos espacios existen las condiciones propicias para su propagación.

 

En este sentido, como la mayoría de los restaurantes no elaboran los platillos frente a los clientes, es un misterio lo que pasa cada vez que acaba la jornada laboral en los rincones de estos lugares.

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