Expresidentes de México, los menos llorados tras su muerte

Expresidentes de México, los menos llorados tras su muerte

Este viernes falleció el expresidente de México Luis Echeverría Álvarez, mandatario que siempre estuvo envuelto en la polémica durante su mandato y posterior a él, provocando que el pueblo mexicano lo considere como uno de los peores presidentes que ha tomado las riendas del país.

 

El rechazo a este expresidente, que se caracterizó por ser un mandatario represor, era evidente al grado que en su fallecimiento pocos, muy pocos enviaron mensajes de verdaderas condolencias, inundando las redes de comentarios negativos hacía Echeverría Álvarez.

 

Lo cierto es que en México es generalizado el repudio hacia los expresidentes, motivo por el que al momento de su muerte son casi nulos los comentarios de ciudadanos a favor de estos personajes, recordando más los eventos polémicos y decisión que fueron en contra del pueblo.

 

 

De esta manera, los expresidentes deben ser conscientes que al momento de dejar este mundo no tendrán homenajes multitudinarios, ni mucho menos serán recordados con cariño por los mexicanos, quienes por lo regular no dejan de lado todas las acciones negativas que se vivieron durante sus mandatos.

 

México no es un país que le llore a sus expresidentes, contrario a otras naciones donde se hacen grandes homenajes para honrar la memoria de exmandatarios que son muy bien recordados por los ciudadanos.

 

Ejemplo perfecto es lo que ha sucedido en varias ocasiones en Francia, donde se despide con honores a sus expresidentes, destacando el caso de Jacques Chirac, quien fue el último jefe de estado en completar dos periodos en el cargo y fue enterrado en el Monumento de Los Inválidos, donde se honra a los héroes franceses.

 

No obstante, el homenaje póstumo para un expresidente que más se recuerda es el ocurrido en 2013, tras la muerte de Nelson Mandela, quien reunió en sus servicios funerarios a cinco reyes, seis reinas y 70 presidentes y primeros ministros, así como 2 millones de fieles, que reconocieron su labor al frente de Sudáfrica.

 

Teniendo como marco el estadio Soccer City de Johannesburgo, Nelson Mandela fue despedido con todos los honores, dejando de manifiesto el gran aprecio que el líder sudafricano despertó en hombres y mujeres de todo el mundo.

 

Incluso, hasta el polémico expresidente de Estados Unidos, George Bush, tuvo un homenaje multitudinario y sentido tras su muerte, pues en el Capitolio fue despedido por miles de estadounidenses y sus restos fueron ubicados en el Catafalco de Lincoln, plataforma que fue utilizada por primera vez para el funeral de Abraham Lincoln en 1865.

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