Los escándalos en los que se ha visto envuelto recientemente el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, se pueden tomar también como una ventana de oportunidad para que el priismo recupere la fuerza perdida por este partido.
Con la cuasi fuga de “Alito” a Suiza para supuestamente denunciar los ataques recibidos en su contra, la militancia priista puede aprovechar el momento para retomar el control del expartidazo y comenzar una reestructuración necesaria para que este instituto político no se extinga.