
En México es muy común escuchar casos donde perros o gatos comienzan a aparecer muertos de un día a otro. La mayoría de las veces, estos decesos son atribuidos al envenenamiento por comida.
En Puebla han sido varios los incidentes de este tipo y aunque existen sanciones en la Ley de Bienestar Animal del Estado, lo cierto es que hasta hoy no se ha logrado judicializar ninguna situación así por falta de evidencia.
De acuerdo con el artículo 18 fracción XII de la Ley de Bienestar Animal, es un delito "suministrar o hacer ingerir a un animal bebidas alcohólicas o drogas sin fines terapéuticos o cualquier otra sustancia que le cause sufrimiento, dolor, lesiones, daño o la muerte".
Generalmente, en estos casos la ingesta del veneno por parte de las víctimas se da a través de comida que la gente deja en la calle, principalmente cuando quieren acabar con animales callejeros o por molestias de otro tipo.
Muchas veces, este alimento queda a la deriva y, por lo tanto, al alcance de alguna mascota o de pájaros, que terminan sufriendo los daños colaterales de estas violentas prácticas.
Al respecto, la Ley de Bienestar Animal señala que hay sanciones administrativas, pero cuando se habla de situaciones de crueldad animal o de reincidentes, las penas ya se vuelven de tipo penal.
Si se llega a demostrar el envenenamiento o cualquier otra agresión que provoque la muerte de un animal, las autoridades podrían solicitar una sanción que va de dos a cuatro años de prisión, así como una multa de 200 a 400 Unidades de Medida de Actualización.
En este sentido, es importante señalar que es la falta de pruebas lo que ha provocado que todos los casos de envenenamiento sean judicializados y se pueda proceder contra los responsables, esto a pesar de los esfuerzos de las organizaciones animalistas.