Germán Valdés “Tin Tan”: recordando al eterno "Rey del Barrio"

Germán Valdés “Tin Tan”: recordando al eterno "Rey del Barrio"

El actor mexicano Germán Valdés “Tin Tan” fue uno de los comediantes más polifacéticos de México. También conocido como “El pachuco de oro”, el intérprete fue una de las personalidades más grandes del cine al final de la década de los cuarenta. Desde sus inicios logró abarrotar los teatros de la Ciudad de México; sin embargo, pese a su éxito, se enfrentó a fuertes críticas de la sociedad mexicana y murió experimentando los estragos de una grave enfermedad, tras quedarse sin dinero.

 

“Tin Tan” nació en 1915, en un contexto marcado por el movimiento armado revolucionario. A principios de los años treinta, se estableció en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde estuvo en contacto con la identidad chicana y generó una derivación de ésta, encarnada en la figura que más representa el choque de culturas de ambos lados de la frontera: el pachuco.

 

El pachuco sería la primera representación que le dio fama y posteridad al actor, aunque en 1943, derivado de un conflicto en Los Ángeles, se empezó a relacionar a los pachucos con criminales peligrosos. Poco después, las personas le tomaron afecto al personaje de Valdés y actualmente “El pachuco de oro” es visto como una representación de autonomía y resistencia.

 

 

Germán Valdés inició su carrera como locutor de “XEJ La voz de la frontera” y se mantuvo en la estación de 1933 a 1943. Debido a su creatividad y desenvoltura escénica, pronto se convirtió en el locutor más escuchado, por lo que sus jefes, convencidos de su talento, le pidieron que imitara la voz de “Popeye el marino”, el popular personaje de Elzie Crisler Segar.

 

Después de su salida de la radio, “Tin Tan” compartió escenario en 1943, en el teatro Esperanza Iris de la ciudad de México, con Cantinflas y Agustín Lara (celebridad a la que parodió en su programa “Agustín Larín”). Las obras en la capital de México serían su catapulta al estrellato, junto con la película “Hotel de verano” dirigida por René Cardona.

 

Después de su debut en la pantalla grande, estelarizó otras cinco películas; “El hijo desobediente” (1945), “Hay muertos que no hacen ruido” (1946), “Con la música por dentro” (1946), “El niño perdido” (1947) y “Músico, poeta y loco” (1947). Los filmes anteriores consolidaron a “Tin Tan” como uno de los mayores personajes humorísticos del país.

 

 

Musical y relajiento, German Valdés también tiene el mérito de introducir al cine mexicano el conocido “spanglish” con un toque de rebeldía. Sin embargo, esta modernidad adelantada no fue agradable para todo el público de la época, pues muchos grupos conservadores pidieron que sus cintas salieran de la cartelera; incluso, el intelectual José Vasconcelos definía al artista y a su uso del lenguaje como “vulgar”.

 

No obstante, hubo quien festejó la presencia del cambio lingüístico introducido por German Valdés, como el escritor José Revueltas, quien dijo que sirvió para introducir nuevas corrientes a las tradiciones del español, y el cronista Salvador Novo, el cual aplaudió que “Tin Tan” uniera el uso de un lenguaje híbrido y diera visibilidad a “el spanglish de los pochos”.

 

A las grandes participaciones de Valdés en el cine se le suman sus colaboraciones con Disney, pues dio voz a Ichabord Crane en el corto “La leyenda de Sleppy Hollow” (1951), al entrañable Baloo de “El libro de la selva” (1967) y al descontrolado pero protector gato Thomas O'Malley en “Los Aristogatos” (1970).

 

Todo lo bueno tiene que terminar, y a finales de la década de los sesenta, para mantenerse vigente, “Tin Tan” comenzó a aceptar todo tipo de papeles, aunque las películas no fueran las mejores.

 

 

Por otro lado, similar a su personaje en “El Rey del Barrio” (1950), donde el actor interpretaba a un personaje que ayudaba a sus vecinos a pesar de no tener dinero, Germán Valdés otorgaba préstamos a sus amigos y no siempre se lo devolvían.

 

Además, para “no gastar”, el actor cedió una amplia parte de sus propiedades a Joe Manny, quien falleció en un accidente aéreo, y tanto su patrimonio como la vida del magnate, se perdieron.

 

Germán Valdés pasó los últimos años de su vida con hepatitis y falleció hace 49 años a causa de un coma hepático derivado de un cáncer de páncreas. No obstante, hoy su legado continúa y “Tin Tan” es recordado con mucho cariño por su personalidad atípica y pícara.

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