La reducción a un mínimo territorial histórico ha llevado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México a encerronas para encontrar soluciones a la crisis, críticas ante las que se defendió su dirigente nacional, Alejandro Moreno.
"Así me dejaron el partido", dijo el líder partidista luego de que el 14 de junio ocho exdirigentes del tricolor se reunieran en la sede nacional, ubicada en Insurgentes Norte, Ciudad de México, para atender la situación.
"No te tenemos confianza, nos has colocado en la crisis más grave, la peor, incluida la de 2000", acusaron los antecesores en el cargo luego de que el 5 de junio el PRI perdiera electoralmente dos de sus bastiones tradicionales: Hidalgo y Oaxaca, donde aventajaron los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Además de la crisis interna del PRI, Moreno enfrenta una serie de acusaciones por presuntas irregularidades en el manejo de recursos de procedencia ilícita, situación que produjo incluso que la Fiscalía General del Estado de Campeche inspeccionara su vivienda en la entidad desde el exterior.
Legisladores de Morena evaluaron solicitar a la Fiscalía General de la República (FGR) y a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) una investigación sobre las acusaciones que cercan al dirigente nacional del tricolor.
Pese a las críticas intestinas, Moreno también recibió el respaldo de sus acompañantes políticos en el PRI, como el exgobernador de Coahuila Rubén Moreira y el titular de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, reportó La Jornada.
En 2023 el PRI enfrentará otro desafío electoral, pues celebrarán comicios Coahuila y el Estado de México, los últimos dos territorios que todavía gobierna y en donde jamás ha habido alternancia partidista a nivel gubernatura desde que el PRI fue fundado.
Aunque un bloque de disidentes priistas y el exdirigente del tricolor Roberto Madrazo han solicitado su renuncia, Alejandro Moreno sostuvo que no se separará del cargo de manera anticipada, además de asegurar que las acusaciones en su contra son una persecución del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los exlíderes nacionales del PRI que lo criticaron fueron Dulce María Sauri, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Pedro Joaquín Coldwell, Roberto madrazo, Carolina Monroy, Claudia Ruiz Massieu y César Camacho, y sostuvieron que la reflexión sobre la salida de Moreno continuará.