Cientos de migrantes de distintos países de Latinoamérica quedaron varados en la central de autobuses de Monterrey, Nuevo León, y al menos tres de ellos se cosieron la boca como un acto de protesta para exigir solución a su demanda de ingreso a Estados Unidos.
Los migrantes fueron rechazados por las autoridades del estado aledaño de Coahuila, por lo que exigen la devolución de los boletos de autobús que compraron para trasladarse de la capital neolonesa a Ciudad Acuña, destino coahuilense.
Tanto Nuevo León como Coahuila hacen frontera con Texas, Estados Unidos, y la demanda de los migrantes ocurre en un momento de varias semanas de tensión entre el gobernador de la entidad estadounidense, Greg Abbott, y el Gobierno de México.
Los viajantes, según identificó la corresponsalía de El Sol de México en Monterrey, aseguran que cuentan con un permiso de 30 días de estancia en México, sin embargo no se les permite el libre tránsito por el país.
Los viajeros pagaron poco más de 700 pesos (alrededor de 35 dólares) por los pasajes de viaje entre Nuevo León y Coahuila, monto que exigen les sea reabonado.
El titular de la Cooperación para el Desarrollo de la Zona Fronteriza de Nuevo León (Codefront), Marco González, les advirtió a los migrantes que tendrán que encarar retenes tanto mexicanos como estadounidenses en su pretensión por ingresar a Texas.
"Tenemos un retén unos 700 metros antes de las casetas de pago para revisar con Guardia Nacional y Fuerza Civil, llevamos prácticamente dos meses revisando todos los días, de lunes a domingo, todos los camiones, y de un mes para acá también los vehículos con turistas para una revisión previa de que tengan todos los documentos", apuntó el funcionario estatal.
Algunos grupos de apoyo a migrantes han respaldado a los migrantes varados en la terminal camionera de Monterrey con alimento, mientras otros solicitan apoyo a los usuarios del recinto de traslados.