La Plaza de Toros México, el recinto taurino más grande del mundo, ya no podrá albergar la fiesta brava, una tradición que cada día pierde más adeptos.
Un juez federal concedió una suspensión definitiva a las corridas de toros en esta plaza ubicada en la Ciudad de México, en atención a un amparo impulsado por la organización Justicia Justa, que argumentó tratos degradantes contra los toros, violatorios del derecho a un medio ambiente sano.
La resolución judicial puede ser impugnada tanto por el Gobierno de la Ciudad de México como por la empresa Tauro Plaza México, que está a cargo del edificio. Sin embargo, mientras el proceso legal siga, las actividades taurinas no podrán llevarse a cabo.
La suspensión definitiva, argumentó la autoridad, contribuye a un medio ambiente sano libre de tratos crueles, muerte injustificada y sufrimientos ocasionados de manera innecesaria a los toros de lidia.
La organización Justicia Justa sostiene que el reglamento taurino y la ley para la celebración de espectáculos públicos de la Ciudad de México son inconstitucionales por incurrir en tratos crueles que vulnerarían el derecho a un entorno ambiental sano.
La medida sólo tiene efecto en la Plaza de Toros México, pero podría generar jurisprudencia y replicarse en otras entidades de México, como Tlaxcala, Hidalgo, Querétaro, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Aguascalientes, que consideran a la fiesta taurina un bien cultural y material.
Emplazada junto a la que fue la sede del equipo de futbol Cruz Azul, el Estadio Azul, la Plaza de Toros México alguna vez fue epicentro de un esplendor cultural y de entretenimiento mexicano, incluso visitado por la pintora surrealista Leonora Carrington junto a su entonces marido y cronista Renato Leduc.