El programa “Jóvenes Construyendo El Futuro” llegará a Los Ángeles, California, según lo informado por el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrad, el cual tendrá una inversión de entre 60 a 100 millones de pesos al inicio y se espera que las cifras aumenten dependiendo de las necesidades del proyecto. Sin embargo, no queda muy claro cuál es la finalidad del programa o sí ayudará a los migrantes que residen en EU, por lo que se desde ahora se prevé será un fracaso.
El salario mínimo federal de los Estados Unidos es de 7.25 dólares por hora, el equivalente a 141.87 pesos mexicanos (MXN), considerando que se trabaje medio tiempo por un mes, la ganancia sería de más de 11,000 MXN, mientras que el apoyo que otorga “Jóvenes Construyendo el Futuro” apenas ronda los 5000 MXN. En ese sentido, no parece una opción viable para los migrantes, quienes podrían conseguir mejores oportunidades laborales.
Por otra parte, los migrantes de entre 18 y 29 años, muchos de ellos indocumentados, han hecho un esfuerzo por dejar atrás su vida en México. De la misma manera, han trabajado arduamente en construir su estabilidad económica en Estados Unidos, así que es poco probable que abandonen sus empleos para acceder al programa.
Además, Estados Unidos es uno de los mejores países para trabajar según estudios de Comparably, específicamente en los estados de Nueva York y Los Ángeles, justamente donde se llevará a cabo el convenio de “Jóvenes Construyendo El Futuro”. En consecuencia, los empleados migrantes de la zona de California no estarían dispuestos a sacrificar sus trabajos en empresas ya posicionadas.
En México tampoco parece estar dando frutos dicho programa, pues hay diversas quejas tanto de las empresas participantes como de los becarios, quienes aseguran que la plataforma no funciona adecuadamente ni los supuestos apoyos económicos llegan.
El poco éxito del programa en México también se ha debido a que, a diferencia de la población migrante, en México los recién egresados tienen un desencanto por seguir estudiando e ingresar al mundo laboral, convirtiéndose en “ninis” que se mantienen en las casas de sus padres incluso después de la adultez joven.
Si en su país de origen “Jóvenes Construyendo el Futuro” ha tenido muchos defectos, se espera que en su extensión a California repita los mismos errores y en lugar de ser una verdadera forma de adquirir experiencia, sea un desperdicio de tiempo, pues el aprendizaje y la paga podrían nunca llegar.