Seguramente has ido a un restaurante y por la prisa o por la falta de un estacionamiento cercano te ves en la necesidad de dejárselo al valet parking, aun sabiendo que si algo le pasa, quizá nadie quiera hacerse responsable.
Este es el dilema que atraviesan las personas que tienen que dejar sus coches en manos de una de estas empresas que día a día se ven en los restaurantes de gama media y alta, pero, ¿qué responsabilidad tiene el restaurante si algo le pasa a tu vehículo?
Imagen Poblana consultó a Olga Méndez Juárez, vicepresidenta nacional de capacitación de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) y expresidenta de esta cámara en Puebla.
La empresaria restaurantera destacó la responsabilidad que tiene su gremio para con el cliente y sus vehículos cada vez que acuden a uno de sus negocios para degustar sus platillos y pasar un rato afable.
"El primer contacto para el cliente siempre va a ser el restaurante y a quien van a acudir a reclamar siempre va a ser hacia el restaurante", señala la empresaria al destacar que los restauranteros son los encargados de garantizar que haya un buen servicio de valet parking.
Méndez Juárez explicó que desafortunadamente no hay una reglamentación que obligue a los empresarios y a las empresas a hacerse responsables del servicio de estacionamiento, en medida de sus competencias.
La reglamentación a la que se refiere la empresaria obligaría a los restaurantes a vigilar que la empresa de valet parking cuente con todos sus papeles en regla, personal capacitado y seguro de responsabilidad civil.
"No deberían deslindarse los restaurantes porque finalmente tienen que asegurarse que la empresa que contratan tenga el seguro de responsabilidad civil, pero más allá de tener seguro, es hacerse responsable de los incidentes", recalcó.
Actualmente son pocos los establecimientos que ofrecen esa seguridad, pues la gran mayoría deja en manos de la empresa particular la administración del estacionamiento.
Lo anterior también pasa por otro problema, la falta de estacionamiento o insuficiencia de lugares en muchos de los restaurantes, lo cual obliga a las empresas de valet parking a estacionar los automóviles en la vía pública.
En ese momento los coches que quedaron a encomienda del valet, terminan por quedar a expensas de la delincuencia como cualquier otro vehículo estacionado en la calle, por lo que podría acabar sin llantas, espejos o incluso desaparecer completamente.
Como ejemplo está lo ocurrido en enero de este año en el restaurante bar Divará, ubicado en el municipio de San Pedro Cholula, de dónde fueron robados cinco vehículos que estaban bajo el cuidado del valet parking.
El restaurante respondió al robo asegurando tener un seguro vigente, en tanto que tres trabajadores de la empresa y dos sujetos ajenos a la misma fueron detenidos por su presunta participación en el robo.
