Hace unos días, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, anunció el cierre de los hospitales psiquiátricos de México y señaló que la salud mental debe atenderse en establecimientos ambulatorios, hospitales generales, regionales y de alta especialidad, a fin de eliminar el modelo que aísla a las personas con algún padecimiento de este tipo.
Esta decisión ha generado mucha polémica en un país que no toma muy en cuenta la salud mental de su población, pues de acuerdo con diversos estudios uno de cada tres mexicanos requiere de atención psicológica o psiquiatra, además de que casi el 20 % de la sociedad padece ansiedad y un 15 % depresión, lo que también es detonante para un alza en suicidios en los últimos años.