Ahora que la normalidad regresa de poco a Puebla y que la gente busca salir de sus casas para divertirse en familia, nos damos cuenta que varios lugares para ir a pasear han ido despareciendo.
Además de las plazas comerciales, los cines y algunos parques, las atracciones familiares no son muchas y esto nos hace recordar algunos lugares que marcaron la vida de los poblanos de décadas pasadas.
Karts Puebla
A principio de los años 2000 cerró sus puertas la primera pista de go karts que hubo en la ciudad de Puebla y que simplemente llevaba por nombre Karts Puebla.
Esta pista se ubicaba en un enorme predio ubicado en la calle 9 Norte casi esquina con el Bulevar Norte, en la colonia Santa María.
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El predio que albergó la pista de go karts existió por más de 15 años y su ubicación en la ciudad permitía la fácil llegada de muchos visitantes interesados en echarse una carrerita.
Los motivos del cierre no fueron revelados e incluso su desaparición pasó inadvertida para muchos, aun cuando la pista sigue estando dentro del predio, pero una selva crece a su alrededor.
Parque Rafaela Padilla
Aunque no ha desaparecido, en esta lista incluimos el parque Rafaela Padilla, ubicado en Los Fuertes, el cual ahora alberga un complejo para pasear o hacer un día de campo y el Museo Interactivo de la Batalla de Puebla.
El formato actual del parque está vigente desde el 2008, pero antes de eso vivió aproximadamente ocho años de abandono, pues a finales de los años 90 bajó la afluencia de visitantes.
Una de las épocas que más poblanos recuerdan es sin duda lo qué pasó en las décadas de los 80 y 90, cuando había unas figuras enormes de fibra de vidrio de personajes de cuentos infantiles.
Alrededor del teatro al aire libre y de los toboganes de cemento, los niños de esa época podían tomarse la foto del recuerdo junto a la imagen de Cri-Cri, los tres cochinitos u otros personajes de Francisco Gabilondo Soler.
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Además, entre 1984 y 1986, el parque albergó una montaña rusa que posteriormente sería trasladada al parque de diversiones Reino Aventura, hoy Six Flags.
Danesa 33
Después de un paseo por el parque Rafaela Padilla, ¿qué tal un helado?, pues eso era algo que muchos poblanos hacían en un fin de semana y una de las mejores opciones era Danesa 33.
Esta cadena de heladerías tuvo una época de esplendor en los años 80 y la primera mitad de la década de los 90, cuando proliferaron sus estanquillos o restaurantes con su característico color azul y amarillo.
Las sucursales más recordadas de Danesa 33 fueron las ubicadas en la 13 Sur y 23 Poniente, en el Barrio de Santiago, así como la que estaba en los portales del Zócalo, justo en donde ahora está McDonald’s.
La extinción de Danesa 33 fue sorpresiva y se debió a un problema legal de la marca que fue absorbida por la marca Nestlé, la cual después de varios años de batalla legal perdió los derechos.
Pista de hielo en Milenium
En el 2001, abrió sus puertas la plaza Parque Milenium, un lugar que pretendía competir con Angelópolis y que como extras ofreció un centro comercial, un enorme estacionamiento y una pista de hielo.
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Hasta ese entonces, el único lugar para patinar en hielo era el complejo en La Noria, por lo que Milenium con Ice Park marcó un parteaguas, porque además era ligeramente más barato.
Ice Park sufrió el deterioro de la plaza y antes de que cerrara sus puertas en 2016, la pista de hielo ya lucía desmontada y en el abandono por la falta de clientes.
Milenium estuvo cerrada por unos años para enfrentar una remodelación y con su transformación en Plaza Solesta la pista de hielo quedó fuera de los planes y en su lugar se colocaron algunos restaurantes.
Valle Fantástico
De las atracciones en esta lista, quizá Valle Fantástico es una de las que menor arraigo consiguió con los poblanos, pero no deja de ser el primer intento de un parque de “diversiones” en Puebla.
Con una importante diferencia en comparación con Six Flags o la Feria de Chapultepec, Valle Fantástico se estrenó en diciembre de 2004 en la Reserva Territorial Atlixcáyotl, en el predio donde ahora está el Museo Internacional Barroco.
Por cuatro años, el parque intentó de muchas formas atraer clientes; el sitio tenía una rueda de la fortuna, una montaña rusa, un carrusel y hasta una mujer gigante que podías recorrer por dentro para conocer los órganos del cuerpo.
En diciembre de 2008, el parque cerró sus puertas por una supuesta remodelación, pero en enero de 2009 el empresario marinista Ricardo Henaine hizo oficial el cierre del parque.
En 2014, el gobierno del estado recuperó la posesión del predio tras un juicio y ahí se erigió parte del Museo Internacional Barroco y del Ecoparque Metropolitano.
