En la última semana se han vuelto virales al menos tres casos ocurridos en escuelas privadas de Puebla, donde estudiantes se han visto involucrados en casos de acoso físico contra sus compañeros. Ante ello muchos padres se preguntan si es la autodefensa una medida para evitar este tipo de actos.
La misma Secretaría de Educación Pública (SEP) dice que no, considerando que una respuesta física ante una agresión puede ser considerada una repetición de la violencia, que en lugar de erradicarla, solo la preserva.
Sin embargo, muchos padres de familia continúan pensando que algún método de autodefensa hará menos vulnerables a sus hijos, una idea que se ha mantenido por muchos años, casi el mismo tiempo que los casos de bullying.
Las alternativas de defensa personal
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En redes sociales se pueden encontrar varias opciones para los padres con este propósito, o simplemente para aquellos que desean que sus hijos lleven a cabo una actividad extracurricular.
Históricamente una de las técnicas de combate que más adeptos tiene es el Taekwondo, un arte marcial que desde sus bases se promueve como un deporte que ayuda a la concentración y la disciplina de sus aprendices.
Aunque los encargados de inculcar este arte recalcan que no es para promover la violencia, numerosos padres inscriben a sus hijos con la esperanza de que aprendan a defenderse.
El Taekwondo, según algunos papás que llevan a sus hijos a clases pero que optaron por no dar una declaración formal, es el arte marcial más "noble" y "no es tan violenta" como algunas otras, de ahí que ha logrado tener un gran arraigo en el país.
Para niños, se pueden encontrar otras alternativas de deportes de contacto y que a su vez son vistos como técnicas de autodefensa. Tal es el caso del kickboxing, el box, la lucha, e incluso el judo, siendo estos de los que existe una mayor oferta.
Los puños también son armas
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Es importante recordar que la adquisición de este tipo de conocimientos es exclusivamente para un uso deportivo, pues de cada disciplina existe un sinfín de torneos de exhibición y competencias.
Es por ello que la especialización en una disciplina hasta el máximo nivel también amerita responsabilidades para quienes los adquieren, especialmente en los deportes de contacto, ya que no es lo mismo que te golpee una persona común que un boxeador.
Existen artes marciales como el Jiu-jitsu que es considerado una técnica de defensa personal en contra de una o varias personas, y su especialización en algunos países hace que la persona que lo practica pueda ser considerada un arma.
