La Corte avala aborto para víctimas de violación mayores de 12 años, sin proceso judicial

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló la interrupción legal de embarazo en niñas mayores de 12 años sin que sea necesario un proceso judicial, siempre y cuando el embarazo sea producto de una violación.

De acuerdo con el ministro Luis María Aguilar, esta medida actúa a favor del derecho de las menores a la salud, pues las Normas Oficiales Mexicanas NOM-190-SSA1- 1999 y la NOM-046-SSA2-2005 brindan una mayor protección a los derechos humanos de las víctimas de violación.

“La Convención sobre los Derechos del Niño introduce el concepto de evolución de las facultades del niño al estipular que la dirección y orientación impartidas por los padres, o encargados legales, deben tomar en consideración su capacidad de ejercer sus derechos por cuenta propia”, señaló Aguilar.

El congreso local del estado de Aguascalientes había impugnado estas leyes a través de una controversia constitucional, debido a que consideraba que se había visto afectada su competencia con estas normas.

Al respecto, la SCJN rechazó que las funciones del congreso hayan sido invadidas después de que estas normas retiraran la condición de contar con una orden judicial que demostrara que el embarazo había sido causado por una violación. De acuerdo con el ministro presidente, Arturo Zaldívar, agregar elementos como una orden judicial para llevar a cabo un aborto solo revictimizaría a las mujeres que sufrieron una violación.

“Obligar a las mujeres o niñas a llevar a término el embarazo derivado de una violación implica un total desconocimiento de su dignidad humana, autonomía y libre desarrollo de la personalidad”, explicó Zaldívar. Además, indicó que las autoridades deben ofrecer medidas que garanticen el acceso a un aborto seguro y que sea llevado a cabo en condiciones dignas.

Finalmente, la ministra Margarita Ríos Farjat explicó que condicionar a las víctimas de violación a someterse a pruebas y denunciar con anticipación el delito para obtener una orden y después poder someterse a un aborto no es viable, pues puede ser algo traumático y peligroso para las mujeres, pues muchas terminan por acudir a clínicas clandestinas para llevar a cabo el procedimiento.

“Este sufrimiento extiende los efectos del delito y obliga a las adolescentes a mantener un embarazo no deseado producto de un hecho traumático, que de todas maneras la práctica muestra que no lo mantienen, deciden abortar y lo llevan a cabo”, concluyó Ríos Farjat.