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La agencia Fitch Ratings ratificó el martes la calificación crediticia para la economía de México en BBB-, que es el nivel más bajo de su escala en el llamado grado de inversor, con una "perspectiva estable", que descarta riesgo de mediano plazo para una modificación al alza o a la baja, pero con un crecimiento modesto de dos por ciento este año en curso.
"La calificación (BBB-) está constreñida por una débil gobernanza, un débil crecimiento a largo plazo, la continua intervención política que afecta los prospectos de inversión, y la potencial carga de Pemex (Petróleos Mexicanos)", la empresa petrolera estatal respaldada por las finanzas públicas, dice el informe de la calificadora de riesgo financiero.
La calificación reconoce una "política macroeconómica prudente", así como finanzas externas estables y sólidas, pero pronostica que el Producto Interno Bruto (PIB) de la segunda economía latinoamericana se "ralentizará" a dos por ciento en 2022 y permanecerá en ese nivel en 2023.
"El PIB de México no alcanzará niveles prepandemia hasta 2023, por detrás de sus pares regionales", advierte el informe de Fitch, una de las tres grandes calificadoras en los mercados internacionales, junto con Standard & Poor's y Moody's.
