En tiempos recientes, diversos colectivos se han dado a la tarea de intervenir los cruceros peatonales de algunas vialidades de la Ciudad de Puebla, con la tarea de concientizar sobre algunos temas de actualidad.
De esta manera, hemos visto cruceros pintados con los colores de la comunidad LGBT, otros de colores llamativos y algunos más colocando en lugar de rayas otras figuras alusivas al movimiento que representan.
Esto ha causado cierta molestia en un sector de la sociedad, que señala que las líneas peatonales deben mantenerse como normalmente las colocan las autoridades, aunque otras personas avalan estas acciones para darle color a la ciudad.
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Esta acción está permitida, pero tiene ciertos límites que pocos conocen y que nadie respeta, esto debido a que estas reglas también son un tanto confusas y no se explican bien, dejando lagunas legales evidentes.
Según la Norma Técnica de Diseño e Imagen Urbana del Municipio de Puebla, la franja de circulación peatonal en vialidades principales será mayor a 1.80 metros y máximo de 3 metros, permitiendo la circulación peatonal fluida.
No obstante, no se establecen los colores que debe tener esta franja de circulación personal, aunque sí señala como figura principal rayas que deben ser visibles tanto para el peatón como para el automovilista.
Además, el grosor de la pintura deberá variar para que las personas con alguna discapacidad visual puedan atravesar sin problema en esta franja peatonal.
Ante esto, se podría señalar que aunque los colectivos son libres de pintar estas líneas, pero deben regirse por este reglamento, evitando colocar colores llamativos que muchas veces confunden no solo a automovilistas, sino a personas con alguna discapacidad.
De la misma manera, la forma del cruce peatonal deberá ser en rayas continuas y no colocando figuras que puedan provocar confusión, eso sin contar que tendrían que seguir las especificaciones del grosor de la pintura antes señalado.
