Maíz, la planta madre que fue traicionada

Maíz, la planta madre que fue traicionada

Como principales integrantes de la cultura del maíz, estamos quedando muy mal con una naturaleza que nos dotó de tan enorme don. Desde décadas atrás, nuestro cereal de origen fue traicionado por los gobiernos. Lo menospreciaron. Centrados en una madre de carne y hueso, los seres humanos olvidan que tienen muchas madres tan importantes y tan necesarias de cuidado como la que les dio vida. Dos fundamentales son la madre tierra y la madre naturaleza tan abandonadas y agobiadas, algunos de cuyos sus efectos acabamos de ver en la pandemia. Los mexicanos tenemos  una madre propia, que es originaria de este país, la planta benefactora del maíz que según datos históricos y antropológicos, se remonta a 7 mil años después de haber sido encontradas sus semillas en Coxcatlán en el Valle de Tehuacán, Puebla. Otros la retrotraen a 12 mil años en el eje neovolcánico de Puebla y hay quienes la colocan en Guerrero. Algunos ignorantes, por no llamarlos traidores, dicen que el maíz fue traído por los españoles a  principios del siglo XV. Por el contrario éstos se llevaron la planta y empezaron su cultivo en el siglo XVI.

 

¿Perderemos al país si no hay maíz? México está huérfano del cereal

 

Sin maíz no hay país, fue la frase que acuñaron organismos sociales para hacer un llamado a su defensa, ante  los inicios de su carencia. Desde hace muchas décadas los gobiernos fueron olvidando la importancia del maíz en nuestras vidas. La crisis que ahora padecemos y que nos obliga a importar de otros países, curiosamente de la cultura del trigo, es larga y tendida y se fue dando por el abandono  del campo y por la concentración campesina en las ciudades ante la falta de apoyos. En medio de la intromisión extranjera para reverdecer nuestras plantas maiceras en transgénicos, las cosechas debilitadas nos hicieron virar al exterior y en este  momento rebasamos los 17 millones de toneladas que estamos importando. En 2021 la tonelada costaba 14 mil  700 pesos. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (Sader), sostiene que somos autosuficientes en maíz blanco y deficientes en maíz amarillo que se usa como forraje, alimento de ganado. Pero los funcionarios de esa dependencia no deben de comer tortillas, porque el maíz amarillo también se usa en la industria tortillera y los mexicanos comemos a la par ambas mazorcas en nixtamal. La importación, entonces, también se va a los estómagos humanos. Y surgen variantes que no creemos que los expertos  en alimentación autoricen, la mezcla de dos cereales maíz y trigo para hacer tortillas, producto que ya se comercializa. Los cánones alimentarios prohíben alimentarse con varios cereales al mismo tiempo. Aquí, de un largo poema de Gabriela Mistral:

 

El maíz del Anáhuac

el maíz de los fieles,

cuerpo de los mixitlis

a mi cuerpo se viene

 

La pifia de la revolución verde afectó el cultivo del maíz

 

La falta de atención prioritaria al campo  mientras los gobiernos navegaban en la frivolidad y el saqueo, produjo los efectos de ahora, con zonas cubiertas por árboles de semillas de frutos secos, en algunas tierras antaño dedicadas a cultivos prioritarios, como los del Valle del Yaqui por ejemplo; se colocó al país, además, en la disyuntiva de lo natural o lo transgénico con rapaces transnacionales que de hecho ya usan esa variante en  soya y otros cultivos y no sabemos si también en el maíz. La llamada Revolución verde que se impulsó en buena parte aquí durante los años cincuenta y sesenta y dio el premio Nobel a su creador  Norman Borlaug, tuvo un efecto similar a lo transgénico más reciente, por la gran cantidad de fertilizantes que se introdujeron en un cultivo que tenía vía natural, y la imposición de semillas mejoradas, que aún hoy son demandadas por agricultores e industriales del campo. En ese maremágnum de problemas en tormo a nuestra semilla base, se llama a priorizar al pequeño sembrador, al campesino tradicional que fue el que acunó la hermosa planta de maíz y logró en décadas muy anteriores, que México sobreviviera a partir de un cereal que casi es mágico. Ante el esfuerzo que hace la Sader para obtener 8 millones de toneladas de maíz amarillo para fincar la autosuficiencia, algunos expertos alargan el tiempo de esa autosuficiencia.  Nuestra madre planta maíz tendrá que esperar.

 

El maíz como alimento, medicamento y como como creador poético

 

La planta del maíz es muchas cosas al mismo tiempo. Su función como madre proveedora  en muchos tipos de alimentos, es variada, tiene aportes en aceites, en formulas medicinales, en harinas, en artesanías, en base de construcción, entre muchos usos. Se menciona que participa en 58 por ciento de aspectos industriales. Además es un gran inspirador en la literatura. Hay muchos libros y centenares de poemas que lo abordan o lo mencionan. Decía Rubén Darío:

 

Que alegre y fresca la mañanita!

me agarra el aire por la nariz,

los perros ladran, los niños gritan

 y una muchacha gorda y  bonita,

junto a una piedra muele maíz.

 

Este poema del libro Del Trópico (Fondo editorial, para niños 2010, Nicaragua), es largo y ha sido reproducido por muchas editoriales incluso en 2020. Fue escrito por Darío en 1889 y eso demuestra que a la par que México, Centroamérica y Sudamérica, tenían el maíz como cereal básico.