Sonideros, gremio fuera de toda legalidad

Hace más de un año, la banda de rock “Café Tacvba” fue víctima de la delincuencia en territorio poblano, luego de que su equipo para presentarse en vivo fue robado, algo que fue denunciado en su momento por la agrupación.

El tema tomó mayor relevancia cuando se supo que el equipo de esta banda habría llegado a las manos de un conocido sonidero poblano llamado “Fania 97”, algo que no desmintió este “amenizador” de fiestas populares.

Incluso, en alguna transmisión en vivo, “Fania 97” envió saludos a “Café Tacvba” en tono de burla, demostrando la ilegalidad en la que operan este tipo de sonideros.

Estas “empresas” de sonido están nuevamente en el ojo del huracán con lo sucedido el pasado viernes con el grupo de pop “Moderatto”, que también sufrió el robo de su equipo en los límites entre Puebla y el Estado de México.

De inmediato se comenzó a sospechar de “Fania 97”, sobre todo porque los equipos de sonido no pueden ser utilizados por cualquiera y tampoco son fáciles de revender entre otras agrupaciones musicales serias y de prestigio.

En estos momentos no hay algún tipo de regulación de los sonideros, que incluso ni siquiera pagan impuestos y operan con total libertad en cualquier localidad de Puebla donde se organizan bailes populares.

Los sonideros son un gremio acostumbrado a hacer lo que quiere cuando quiere, pues pueden cerrar calles, organizar venta de alcohol en sus eventos y llevar a cabo “tocadas” sin las mínimas medidas de seguridad.

Por si fuera poco, los sonideros jamás respetaron la contingencia sanitaria, pues siguieron encabezando eventos en el momento más complicado de la pandemia, sin recibir sanción alguna.

De esta manera, es urgente que se ordene una regulación de los sonideros, a fin de investigar de dónde provienen sus equipos y que sigan las reglas que cualquier empresa está obligada a cumplir.