Las autoridades hacendarias de México consideran innecesario recurrir a la línea de crédito ofrecida por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El único motivo por el cual el país latinoamericano ocuparía este mecanismo sería para compensar algún problema en la balanza de pagos del país, no para realizar pagos de deuda externa, aseguró María del Carmen Bonilla, jefa de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Durante un foro organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Gobierno mexicano, la funcionaria afirmó que, hasta el momento, las autoridades no han identificado motivo alguno para utilizar la Línea de Crédito Flexible (LCF) que ofrece el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Nuestro marco institucional puso por definición que la Línea de Crédito Flexible sólo se podría usar por el Banco de México, y era para efecto de la balanza de pagos. Si uno revisa la balanza de pagos no hay un déficit, hay superávit, por lo cual ninguno de estos elementos se detona para que se pueda hacer uso de la línea", explicó María del Carmen Bonilla.
México puede hacer uso de dicha línea crediticia desde abril de 2009. Su renovación o cancelación puede suceder en un periodo de hasta dos años.
En noviembre de 2020, el Fondo Monetario Internacional (FMI) renovó por 24 meses más la Línea de Crédito Flexible (LCF) para México. Dicho crédito fue de 50.000 millones de dólares y su objetivo es ayudar al país latinoamericano a generar condiciones de estabilidad económica tras casi dos años de pandemia.
El 19 de abril pasado, el mismo organismo internacional recortó la perspectiva de crecimiento económico para México en ocho décimas para 2022, de 2,8% a 2%, debido a las fuertes presiones inflacionarias y a la inestabilidad geopolítica por la crisis en Ucrania.