Un juez federal dictó el martes sentencias de 13 a 58 años de prisión contra 18 integrantes de un cártel por los secuestros y homicidios de migrantes en el municipio de San Fernando, Tamaulipas (noreste), incluida la masacre de 72 personas procedentes de Centro y Sudamérica perpetrada en agosto de 2010.
Los integrantes de esa organización criminal fueron detenidos entre marzo y noviembre de 2011, acusados de "participar en el asesinato de 72 personas cuyos cuerpos fueron localizados en agosto de 2010 en el ejido El Huizachal, del municipio de San Fernando", en una bodega del estado de Tamaulipas.
Muchas de las víctimas fueron ejecutadas con el "tiro de gracia", según el expediente.
Los cuerpos fueron localizados por agentes de la Marina Armada de México "apilados y a la intemperie", después de que uno de los migrantes secuestrados logró escapar de sus captores y pidió ayuda a los militares.
El sobreviviente de aquella masacre era un migrante procedente de Ecuador y declaró que se salvó al fingir estar muerto.
El 22 de enero del año pasado otra masacre ocurrió en el mismo estado de Tamaulipas, donde los cuerpos de 19 migrantes guatemaltecos fueron hallados calcinados en dos camionetas.
La condena a más de una década de la masacre es emitida a dos días de una gira de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador por Centroamérica y Cuba.
Una caravana de madres centroamericanas que desde hace 16 años buscan a sus hijos con una lista de 2,000 migrantes desaparecidos, recorre el territorio mexicano desde el lunes.