En la Central de Abastos de la Ciudad de México, se ubica una planta que procesa el aceite comestible vegetal que ha sido utilizado en negocios de comida, principalmente en mercados públicos de la ciudad.
Con esta innovadora planta se obtienen ventajas ambientales y económicas al obtener un aditivo de biodiesel que se utiliza en el transporte público como el Metrobús.
Rubí Guzmán, ingeniera supervisora de la planta señala “En esta planta, el objetivo es la valorización del aceite vegetal usado, que es un residuo de manejo especial, para su conversión en un producto de mayor valor, que en este caso es el bioaditivo. El bioaditivo, es un producto que se utiliza en unidades que utilizan diésel en mezclas en diferentes proporciones junto con el diésel fósil, para ofrecer una serie de ventajas ambientales, mecánicas y económicas por el uso de este producto".
Comúnmente, el aceite vegetal usado se arroja al drenaje, lo que provoca que se tapen las tuberías, además de que también se filtra a los mantos freáticos, por lo que en esta planta, que es única y con tecnología 100 por ciento mexicana, no genera residuos de ningún tipo, ya que se aprovecha todo el aceite que llega.
Por el momento el aceite que llega recolectado no es suficiente para la demanda de la producción, el espacio cuenta con contenedores para 25,000 litros y una parte del aceite se tiene que comprar; sin embargo, esta planta es una insignia de la ciudad que está encaminada a ser más sustentable.