Green Launch, una empresa estadounidense dedicada al desarrollo de equipos innovadores para el lanzamiento de objetos al espacio, ha creado un cañón de hidrógeno que será capaz de lanzar pequeños vehículos a la órbita terrestre baja en aproximadamente 10 minutos.
De acuerdo con los desarrolladores, el cañón cuenta con un tubo de lanzamiento de prueba de 16.5 metros, que contiene hidrógeno con una mezcla de helio y oxígeno. Este dispositivo permite disparar una carga útil a la estratosfera a una velocidad superior a Mach 3, aunque se espera que los lanzamientos alcancen velocidades mayores a Mach 5 e incluso hasta Mach 20.
El disparador puede ser utilizado una vez cada 60 o 90 minutos y de acuerdo con Eric Robinson, director de desarrollo comercial de Green Launch, lanzará un proyectil hipersónico hacia el cielo que "penetrará en la atmósfera en un minuto y se desprenderá de su aeroescudo".
Robinson explicó que las órbitas terrestres bajas, que están entre 300 y 1,000 kilómetros de distancia, pueden ser alcanzadas en menos de dos horas, algunas aún más rápido, por lo que “satélites y suministros pueden estar en órbita en 10 minutos".
Por otro lado, el director de operaciones y director científico de Green Launch, John Hunter, dijo: "esto tiene cero emisiones de carbono y nos permitirá revolucionar el acceso al espacio y abrir el sistema solar a la exploración tripulada".
La compañía detalló que el primer uso práctico que tendrá este dispositivo de lanzamiento será el muestreo atmosférico de la mesosfera para proporcionar datos importantes a los climatólogos. Finalmente, se explicó que los diseñadores tienen como objetivo a finales de este año aumentar la velocidad lo suficiente como para que un proyectil cruce la Línea Karman, a 100 kilómetros sobre la Tierra, y entre en lo que se conoce como el comienzo del espacio exterior.
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