Kiki es el nombre de una gata que se extravió hace cinco años en la ciudad de Edmonton (Canadá), desde entonces, su dueña, Elizabeth Antev, no había tenido noticias de ella. Ahora, gracias al microchip que tenía el animal, pudo ser localizada y se reencontró con su familia.
La historia comenzó hace 5 años, cuando Kiki salió de su casa y desapareció sin dejar rastro, durante varios meses, Antev, con la ayuda de familiares y amigos, buscaron a la gata mediante folletos y carteles, pero no lograron encontrarla, por lo que desistieron de su búsqueda.
"Pusimos comida y una trampa para ella, pero nunca atrapamos nada, ni a ella ni a nada", explicó la mujer. Un año después, Antev se mudó a la ciudad de Ontario, aunque decidió no cambiar su número de teléfono a un código local por si la información del microchip de Kiki se actualizaba.
Años más tarde, Hana Kadri, una vecina de un barrio cercano a donde vivía Elisabeth Antev, se percató de la presencia de un felino en su patio trasero, por lo que le dio algo de comida y desde entonces el animal la visitaba frecuentemente. Posteriormente, con ayuda de otro vecino, atraparon a la gata y la llevaron con un veterinario, quien escaneó el microchip que tenía, identificando a Kiki.
"Cinco años después recibí una llamada del veterinario diciendo: 'Tenemos a Kiki'. Empecé a sollozar. Estaba en estado de shock", aseguró la mujer. Actualmente Kiki tiene 13 años y luego de ser recogida por un amigo de la familia, pudo reunirse con Antev.
"Ya no parece estar muy interesada en la puerta, no creo que vaya a ninguna parte", expresó la mujer, quien aseguró que Kiki se está adaptando bien a su nuevo hogar y que ahora ya no pasará más días fuera de casa.