Una ciudad como Puebla y la zona conurbada requieren de opciones para el servicio de cable y sobre todo de internet, pues se han convertido en una necesidad primaria de la sociedad, principalmente por los cambios que se dieron en los trabajos gracias a la pandemia.
Sin embargo, las empresas proveedoras de estos servicios han abusado no solo en sus tarifas, sino en la manera que han colocado sus cables para poder llevar este servicio a más puntos de la Angelópolis y zona conurbada.
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De esta manera, vemos que la capital y municipios como Coronango, Cuautlancingo y las Cholulas son un auténtico “muladar”, cortesía de la gran cantidad de cables que aparecen colgados en los postes de estas zonas.
Y es que en dicha infraestructura se ven auténticas enredaderas provocadas por el trabajo sucio y poco cuidadoso que hacen estas empresas, dejando muchas veces cables de fibra óptica colgando desde el poste, siendo un peligro para la sociedad.
Los poblanos que transitan por las calles deben caminar con el riesgo de enredarse en alguno de estos cables y sufrir un accidente, eso sin tomar en cuenta los registros que muchas veces dejan abiertos estas empresas.
Aunque muchos vehículos pesados no tienen cuidado al transitar por diversas calles, la excesiva cantidad de cables colgando de los postes hace que más tráileres se atoren con ellos y tumben postes, dejando sin energía y sin internet a diversas colonias.
Todo lo anterior sin contar el peligro que viven constantemente los técnicos que colocan estas líneas, como ya se pudo ver hace algunas semanas, cuando un trabajador de Megacable murió electrocutado al instalar fibra óptica de esta empresa.
Desafortunadamente, ninguna autoridad ha puesto un alto a estas malas prácticas de las empresas de cable e internet, dejando que los poblanos corran riesgos con estas enredaderas y que además Puebla y la zona conurbada tengan un terrible aspecto.
