Los casos de gatos que han caído de grandes distancias sin sufrir lesiones son diversos, recientemente, un gato fue captado en video mientras saltaba desde el quinto piso de un edificio que se estaba incendiando en Chicago (EU). A pesar de la gran altura desde la que cayó, el felino resultó ileso. Este no es el caso más sorprendente del que se tenga registro, pues en 2012, un gato sobrevivió a una caída de 19 pisos. Estos increíbles hechos nos llevan a preguntarnos ¿desde cuántos metros puede caer un gato y sobrevivir?
Para responder este cuestionamiento es importante señalar que estos animales cuentan con una habilidad conocida como “reflejo de enderezamiento”, que consiste en la rotación de su cuerpo mientras están en el aire, con el objetivo de caer de pie y amortiguar el impacto, además, su sentido del equilibrio está extremadamente desarrollado.
Mientras están en caída libre, los cuerpos de los gatos siempre se mueven en un orden específico: lo primero en girar es la cabeza, que orientará los ojos en dirección al suelo; después, la columna vertebral se retuerce, las patas delanteras se colocan en posición, y después se acomodan los cuartos traseros, que rápidamente se alinearán con el resto del cuerpo. Al mismo tiempo, el gato arqueará la columna y estirará totalmente sus extremidades para reducir lo más posible el impacto.
Otro factor clave en la capacidad de estos animales es que, antes de tocar el suelo, los felinos relajan completamente sus extremidades, por lo que los músculos no llegan a tener ningún tipo de tensión durante el golpe, evitando que se produzca cualquier rotura muscular u ósea.
Además, si los gatos cuentan con tiempo suficiente durante la caída, son capaces de colocar su cuerpo de tal manera que actúe como una especie de paracaídas, esta postura permite reducir sustancialmente la velocidad a la que caen, de este modo, mientras que una persona caería a unos 197 km/h, un gato a la misma distancia caería a 97 km/h.
Aunque esto no los hace infalibles, pues de acuerdo con varios estudios, estos animales sufren menos daños cuando caen desde grandes alturas, que cuando caen desde distancias medias. En 1987 se llevó a cabo un estudio de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria sobre las lesiones de 132 gatos, que fueron hospitalizados por los servicios de urgencias de Nueva York. Este análisis reveló que hay una diferencia muy clara entre aquellos gatos que caen desde una altura inferior a los 9 metros, que aquellos que habían caído desde una altura superior.
El estudio descubrió que el fallecimiento, las roturas en el cráneo, en el tórax, en el abdomen o en las extremidades eran mucho más frecuentes cuando el felino caía a una altura intermedia. Las habilidades de los gatos son increíbles, pero no hay que perder de vista que caer desde cualquier altura siempre va a suponer un riesgo para el animal, sobre todo si padece obesidad y es viejo, por lo que, si se tiene un gato en casa, hay que evitar al máximo los saltos desde alturas riesgosas.