La importancia histórica del equinoccio de primavera

La importancia histórica del equinoccio de primavera

Foto: Xinhua

Hoy en día, el equinoccio de primavera se ha tomado como un pretexto perfecto para que se lleven a cabo diversas actividades para recibir esta estación del año, que muchas personas esperan con ansias después de un crudo invierno.

 

En México, el equinoccio de primavera es un evento que no se deja pasar, sobre todo por la gran cantidad de zonas prehispánicas que tiene nuestro país, donde miles de personas se reúnen a recibir esta temporada del año.

 

Pero más allá de la moda que puede significar el equinoccio de primavera, sería adecuado primero entender la importancia histórica que tiene este acontecimiento de la misma naturaleza, que desde hace miles de años es tomado como una verdadera bendición.

 

Por principio de cuentas debemos definir qué es el equinoccio de primavera. En pocas palabras, el equinoccio es el instante del año en el que, por la posición de la Tierra respecto al Sol, el día y la noche tienen la misma duración.

 

Los humanos de la prehistoria, que vivían en el hemisferio norte, ya esperaban ansiosos el equinoccio de primavera, pues sabían que con él llegaba una temporada de bonanza en muchos aspectos.

 

Y es que tras duros inviernos comenzaban a descongelarse diversas zonas y las plantas comenzaban a brotar, dejando regresar a animales herbívoros que a su vez eran alimento para estos primeros pobladores.

 

Además, el día le comenzaba a ganar horas a la noche y con esto comenzaba una temporada abundante de caza, eso sin tomar en cuenta que las aves migratorias dejaban huevos que eran alimento para que los cazadores tomaran fuerza.

 

Con la llegada de la primavera también comenzaba la estación en la que las plantas crecían y los árboles daban sus frutos, por lo que la época de recolección de frutos silvestres estaba próxima a iniciar.

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