Las autoridades sanitarias de Hong Kong han decidido buscar otros métodos de resguardo para los cadáveres de los pacientes muertos por covid-19 ante el creciente número de casos positivos que China registró. Las morgues y funerarias quedaron sin espacio, e incluso la falta de ataúdes ha llevado a la ciudad a solicitar ayuda externa.
Desde la aparición de ómicron, el país ha registrado más de un millón de contagios y 4,600 muertes, provocando la saturación de los servicios funerarios que terminaron almacenando los cuerpos en contenedores refrigerados para evitar enfermedades o infecciones en los trabajadores.
"Trataremos de buscar una forma de que la familia recupere el cuerpo para que pueda organizar pronto el funeral. Los crematorios (...) también han estado trabajando a plena capacidad", aseguró Carrie Lam, jefa del gobierno local.
Actualmente, Hong Kong espera dos embarcaciones de ataúdes provenientes de China continental para dar paso a las ceremonias fúnebres y terminar con la saturación de estos espacios.
Pese a que el gobierno dio a conocer los números de casos positivos, la ciudad aún no ha impuesto un confinamiento general para frenarlos. Los especialistas calculan que la tasa de contagios y muertes en Hong Kong podría ser mayor de lo que indican las cifras oficiales, por lo que se espera una actualización fiable en cuanto la situación esté controlada.