Cada año, miles de jóvenes estadounidenses viajan hasta el sur de Florida para disfrutar de sus vacaciones de primavera al ritmo de fiestas, bailes y conciertos que organizan en las playas de la ciudad; sin embargo, los conocidos “springbreakers” no solo aportan a la economía de la zona, sino a la tasa criminal que se reporta en esta época del año. Por ello, las autoridades de Miami Beach ya han preparado distintas medidas que “prevengan” estos crímenes.
El gobierno anunció que este 2022, se contará con una presencia mayor de elementos policiacos en las zonas concurridas de Miami y que, además, desde el pasado 7 de marzo y hasta el próximo 21, el consumo de bebidas alcohólicas en las playas públicas será prohibido, mientras que su venta será suspendida a partir de las dos de la madrugada.
"Queremos que todos disfruten de nuestras playas, restaurantes y hoteles siempre que puedan hacerlo de manera segura y responsable mientras cuidan de nuestra ciudad", explicó Alina T. Hudak, administradora de Miami Beach tras anunciar las nuevas medidas.
El año pasado, tras el toque de queda establecido en Miami Beach, se decomisaron más de 102 armas de fuego durante una fiesta que cobró la vida de una persona. Las autoridades han dejado en claro que esperan un “descontrol” mayor este año tras los “bajos efectos” que los jóvenes observan por la pandemia y, prueba de ello fue un reporte de seis sujetos con sobredosis dentro de un hotel de la ciudad.
Las consecuencias no solo recaen en la seguridad de la zona, sino también en las toneladas de basura que los springbrakers dejan cada año. Además, con el festival de música electrónica Ultra Music que será celebrado a finales de marzo, no solo se espera la presencia de los jóvenes universitarios, sino de un público internacional.