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La invasión de Rusia a Ucrania ha generado una variedad inmensa de reacciones por parte de la comunidad internacional, en este sentido, durante los últimos días, muchas personas han recordado la película “Ven y mira”, una cinta soviética que irónicamente, retrata muy bien los horrores que trae consigo la guerra, y que, de acuerdo con la opinión pública, parece que en Rusia han tratado de olvidar.
Esta película se rodó para conmemorar el 40 aniversario del triunfo soviético sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial, y desde su estreno en 1985, se ha convertido en un clásico del cine bélico. Dirigida por Elem Klimov, la historia muestra con inquietante realismo, el infierno que supone crecer en medio de un conflicto armado.
La cinta buscó retratar el trágico y brutal genocidio del pueblo bielorruso perpetrado por los nazis en la conocida “masacre de Khatyn”, estos terribles actos fueron llevados a cabo por las SS-Sturmbrigade Dirlewanger en 1943 y por las Schutzmannschaft, un batallón policial compuesto principalmente por nacionalistas ucranianos. Este acontecimiento representó la aniquilación de un pueblo entero, durante este conflicto, más de 600 aldeas fueron exterminadas.
En la película, Klimov representó a los soldados alemanes como hombres desquiciados que se comportan con una brutalidad incontrolable, actitud que contrasta con una población indefensa y sumida en el miedo, que solo sufre la caída de las bombas de los aviones y la falta de piedad de las tropas de Hitler, que no titubean para asesinar familias enteras, cuyos cuerpos apilan frente a las casas. “Ven y mira” es una de las obras más violentas e impactantes sobre lo que representa la deshumanización de la guerra.
Otro aspecto sorprendente sobre la película, es que, a pesar del paso de los años, las imágenes mostradas por Kilmov siguen vigentes, pues su fuerza visual se ha mantenido intacta debido a al realismo con el que el director imaginó cada plano, además, parte de la efectividad del filme, radica en la capacidad inmersiva con la que está construido el montaje.
Las balas que cruzan el horizonte son reales; las vacas muertas que yacen sobre las praderas, también, y el trabajo de maquillaje en el desolado rostro de su protagonista, el joven Florya, interpretado por Aleksei Kravchenko, muestran los efectos que deja este infierno bélico en el físico y la consciencia del personaje. Finalmente, los poderosos y aterradores efectos de sonido nos dejan frente a una de las representaciones más crudas e insoportables del sinsentido de la guerra.
“Ven y mira” es una obra que, a través de sus duras imágenes, ha impactado y sensibilizado a millones de personas sobre las consecuencias de las guerras, y para muchos, hoy está más vigente que nunca.
