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Puebla ha alcanzado a vacunar contra el COVID-19 al menos con una dosis a la gran mayoría de la población, hecho que no sería posible sin el encomiable esfuerzo que han llevado a cabo las autoridades estatales.
Dentro de este esfuerzo, el Gobierno de Puebla abrió 16 módulos de vacunación permanente en diversos puntos del estado, a fin de vacunar a poblanos rezagados, jóvenes y mujeres embarazadas.
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Sin embargo, contrario a lo que se esperaría en estos módulos, la asistencia de poblanos es mínima, ya que muchos ciudadanos han despreciado el antígeno ya sea porque se han declarado antivacunas o porque no es de la marca que desean.
Desde que se abrieron estos módulos, en Puebla capital solo se han vacunado alrededor de 4,000 personas, lo que deja ver el desinterés de la población que insiste en mantenerse sin vacuna aplicada.
Mientras estos poblanos desprecian el antígeno, padres de familia claman porque se comience a vacunar a niños menores de 15 años en general, a fin de que estén más seguros en sus actividades de regreso a clases.
Autoridades sanitarias internacionales han dicho al Gobierno de México que debe autorizar la vacunación de estos menores de edad; sin embargo, la Federación ha puesto oídos sordos a estas solicitudes.
En Puebla se han interpuesto alrededor de 400 juicios de amparo para que se vacune a niños menores de 12 años, acción que ha ayudado a que más de 270 infantes poblanos reciban su vacuna contra el COVID-19.
No obstante, no todos los padres tienen la oportunidad de tramitar un amparo y la gran mayoría deberá esperar a que la Federación autorice la vacunación de menores de edad, algo que parece tardará en llegar.
Mientras tanto, miles de poblanos siguen despreciando la oportunidad de recibir el antígeno en estos módulos de vacunación, situación criticable desde donde se quiera ver.
