Pese a que Facebook ha tratado de mejorar su seguridad, los hackers siempre hallan una nueva forma de ignorarla. Desde compartir algunos datos personales (contraseñas, correos, teléfonos) a picarle en algún link, los usuarios pueden ser usurpados de su cuenta, por ello, se deben tener presentes estos pasos a seguir:
- Iniciar sesión: Si se nota algo extraño en la cuenta y se puede acceder aún con la clave de seguridad anterior al hackeo, lo que debe hacer el usuario es modificar su contraseña inmediatamente y verificar sus datos de respaldo. Al hacer y actualizar estos cambios, todas las sesiones abiertas del perfil caducarán y los perpetradores no podrán acceder a ella.
- Informar a Facebook: Después de recuperar el control o acceso a la cuenta, es muy importante que el usuario lo reporte al soporte de Meta para que la aplicación notifique cuáles son los lugares sospechosos desde donde se ha iniciado sesión recientemente.
- Ajustes y Privacidad: El consumidor no solo tiene que checar la localización del inicio, sino que todos los ajustes preliminares estén bajo control. En distintas ocasiones, los hackers añaden páginas o aplicaciones que tienen acceso directo a una cuenta de Facebook y estos deben ser retirados permanentemente antes de que el robo se repita.
- Añadir la identificación en dos pasos: Recientemente, esta herramienta fue lanzada al público en general y permite al dueño de la cuenta crear un nuevo código de seguridad que funcione como una segunda contraseña. A través de nuevas aplicaciones o teléfonos celulares, Facebook asegura que este método es mucho más seguro que lo estándar.
Pese a que cada hackeo puede variar, la aplicación recomienda que los usuarios siempre tengan actualizada su información de respaldo para poder recuperar su cuenta. Si lo anterior no funcionó, la plataforma tiene un método de autentificación que consiste en probar la identidad del sujeto a través de documentos y el testimonio de otros usuarios de Facebook que está disponible en su página inicial.