Mientras paseaba en la región de Murcia, un hombre marroquí se percató de un montículo de tierra que sobresalía en el paraje. Cuando se decidió por escarbar en este, nunca imaginó lo que hallaría: un neonato dentro de un “tupper” aún con el cordón umbilical y la placenta.
El neonato tenía seis o siete meses aproximadamente y, según las autoridades, este llevaba bastante tiempo bajo tierra porque “el cuerpo parecía tener la tez morena, se le notaban las uñas y en la caja estaba el cordón umbilical y la placenta seca".
Las autoridades especularon que este “entierro” se había llevado a cabo de esta forma con el fin de “regresar” a la escena del crimen ya que el cuerpo parecía estar a simple vista, cubierto de piedras llamativas y poco profundo.
Inmediatamente, la Guardia Civil buscó información en los centros de salud aledaños y logró hallar a la culpable: una joven de 18 años que había testificado y confesado los impactantes hechos.
La mujer fue trasladada a una dependencia de salud mental puesto que, según informes del diario El Español, aún no se determina si el producto nació con o sin vida. Por ello, su sentencia -aún no emitida- podría variar respecto a la autopsia final: esta joven podría ser juzgada por aborto u homicidio