De acuerdo con un estudio publicado por MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute), el uso de vehículos aéreos no piloteados para atención médica y distribución de medicinas podría beneficiar la salud. Gracias a su rapidez, capacidad de alcanzar locaciones de difícil acceso, independencia del tráfico vehicular y potencial sostenible, los drones cumplirían con el perfil de movilidad considerado por los especialistas.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) informó que uno de los primeros efectos de la pandemia por Covid-19 fue la reducción del tráfico vehicular. Al menos 380 ciudades percibieron reducciones en el tráfico durante el 2020, con rangos de hasta 54% en las urbes con mayores dificultades de vialidad. Este hecho marcó algunos puntos destacados en cuanto a movilidad se refiere, entre los que destacaron el transporte sostenible y vehículos sin conductor. En ese sentido, la movilidad sustentable se ha vuelto un tema clave durante la pandemia, tanto en el tema de emisiones contaminantes, como su aplicación a las ciudades inteligentes.
Según el medio estadounidense Axios, el cual ocupó cifras de Tom Tom Traffic Index, el regreso a las actividades presenciales trajo consigo niveles elevados de tráfico. En esta ocasión, se documentó un cambio en las horas pico, mismas que ahora son más difíciles de determinar. Con respecto al tráfico vehicular, la Alianza por Electromovilidad en México y PROCOBRE informaron que en México esta congestión vial alcanza costos de hasta 4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Bajo esta línea, el periodista Daniel T. Cross asegura que los drones encargados de monitorear y entregar diversos insumos mantienen un bajo perfil contaminante y costos reducidos. En un conjunto de artículos publicados por MDPI, el uso drones como repartidores de medicamentos es un tema que se ha explorado en contextos urbanos. La tecnología de vuelo, control y carga de estos vehículos facilitaría el manejo de diversos escenarios: distanciamiento por cuarentena, tráfico vehicular elevado, y horas pico no determinadas.
Por su parte, una investigación realizada por científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill informó que los drones para emergencias médicas son un tema de gran potencial sanitario. Desde intervenciones médicas de bajo impacto, hasta distribución de medicinas en circunstancias de crisis, esta tecnología podría dar soluciones de accesibilidad a los servicios de salud en situaciones de tráfico vehicular.
Durante la crisis sanitaria, se utilizaron drones en ciudades con mayor infraestructura para apoyar al personal de salud, pero su implementación general aún se encuentra lejos. Las logísticas de rescate encabezan las aplicaciones e innovaciones de esta tecnología, sobre todo en contextos militares. Entre las iniciativas actuales vinculadas a drones, se encuentra la distribución de desfibriladores para pacientes con ataques cardíacos en Suecia.