El 14 de febrero de 2022, el fiscal general de Texas, Ken Paxton demandó a Meta Platforms por la privacidad de información en su plataforma. El estado señaló que la compañía monetiza con los rostros de las personas sin su consentimiento y mantiene una base de datos de geometría facial compilada por más de una década en Facebook e Instagram. Con múltiples leyes, el estado está buscando una indemnización de miles de millones de dólares en su queja presentada. Esta demanda desató una polémica sobre los datos biométricos, pero ¿qué son realmente los datos biométricos?
Hoy en día, los datos biométricos son parte de las nuevas tecnologías y tratan de agregarle un mayor grado de seguridad reemplazando la forma de autenticar una cuenta. Los datos biométricos son características físicas o de comportamiento que pueden ser utilizados como llaves digitales para otorgar acceso a sistemas, dispositivos o información personal.
Algunos ejemplos de estos datos son las huellas dactilares, patrones faciales, la voz, el iris del ojo o incluso la forma de escribir. Al ser únicos, cada uno de estos rasgos, se pueden combinar con la tecnología para dar un mayor grado de seguridad. Sin embargo, no se sabe con exactitud quién, dónde y desde cuándo son almacenados estos datos capturados por grandes empresas de tecnología o si se comparten con otras compañías o gobiernos. Por tratarse de datos altamente sensibles, las empresas de tecnología quienes almacenan esta información están obligadas a responder estás preguntas ante la justicia.
Ello sin contar los problemas potenciales por filtración de información; phishing, robo de identidad o algún otro fraude cibernético que pueda vulnerar los datos sensibles de las personas. Un estudio realizado por IBM X-Force reveló que la tasa de fraudes digitales aumentó un 6 mil por ciento; los ganchos más recurrentes son enlaces maliciosos o el robo de datos sensibles.
Según los expertos en ciberseguridad, la protección de la información sensible en Internet debe tener medidas muy estrictas y garantizar la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos. Por tal motivo, cualquier empresa que se dedique a almacenar datos biométricos está obligada a seguir ciertos protocolos para evitar una pérdida, alteración, daño, destrucción, uso, acceso o tratamiento no autorizado de la información.
Aunque existen diversos protocolos de protección por parte de las grandes empresas para almacenar los datos biométricos, la ley sigue muy por detrás de la tecnología. Hoy en día, se está buscando una mayor regulación por parte de las autoridades, como la demanda hecha por Texas en contra de Meta Platforms. Todo con el fin de hacer público a dónde y quién realmente tiene el control de los datos biométricos y si son utilizados con fines lucrativos o maliciosos.
Meta se encuentra en un punto muy oscuro desde octubre de 2022, cuando su fundador, Mark Zuckerberg, anunció el cambio de nombre de Facebook Inc. a Meta Platforms. La firma con sede en Menlo Park, California perdió más de 230 mil millones de dólares, el peor revés de su historia, sin contar las demandas en su contra.