En Nueva Delhi, varias barricadas acordonan el área donde Malika fue golpeada, violada y humillada en público por la familia del joven que se suicidó tras el rechazo de su proposición amorosa. Un caso que ejemplifica la situación de género en un país como la India.
Los hechos ocurrieron en el barrio de Kasturba Nagar, un peligroso centro de traficantes y vendedores de alcohol ilegal en el que las leyes oscilan su legalidad. Un grupo de mujeres se ensañaban a palos en contra de Malika (un pseudónimo para proteger su privacidad) y documentaban el acto con sus teléfonos.
El crimen fue una venganza familiar tras el suicidio de un joven que, tras años de insistencia, nunca convenció a Malika de iniciar una relación amorosa. La familia del chico aseguraba que Malika fue la causa de su muerte, a pesar de que ella estaba casada y tenía un hijo de dos años.
"La encerraron, la golpearon, le cortaron el cabello a la fuerza, hicieron que sus hijos, aún adolescentes, le hicieran de todo (...) desde abuso sexual hasta golpearla, todo le pintaron la cara de negro, y la hicieron desfilar públicamente con una guirnalda de zapatos", cuenta un vecino que presenció los hechos, aún con temor a ser descubierto por revelar esta información.
La reconocida académica e investigadora Ranjana Kumari ha hecho un análisis minucioso del ataque, puesto que, para ella, el hecho de que esta chica fuera considerada inferior y fuera la “culpable de la muerte de un hombre”, ya la había marcado de por vida: psicológicamente "no es solo que para esa familia ella 'cometió un error', sino que afectó a toda la comunidad (...) La mayoría de los vecinos eran de la misma casta, y todos tomaron parte de esa venganza", explica.
Solo en el 2020, la última fecha de la que se disponen datos, se registraron un total de 35,331 casos de delitos en contra de mujeres en la India. La mayoría de estos han sido denunciados como actos de "crueldad por parte del esposo o familiares", seguido de "agresión con intención de ultrajar su integridad", secuestro, y violación.