La semana que está terminando se debe tomar como la peor de la “Cuarta Transformación” desde que maneja los destinos de México.
Al ocupante de Palacio Nacional no lo calienta ni el sol… ni los tecitos ni las caricias que, según él, lo curaron del COVID-19.
Sus principales lacayos lo dejan mal, es decir, más estorban de lo que ayudan.
La cortina de humo que soltó con la “fractura” en las relaciones bilaterales con España terminó por caerse debido a que el periodista Carlos Loret de Mola insistió con el tema de la casa de su retoño José Ramón en Houston.
López intentó tirarle un golpe certero a Loret revelando sus ganancias, pero solo evidenció su desconocimiento de la ley, pues con la mano en la cintura el exlector de noticias de Televisa lo puede demandar por poner en riesgo su integridad al revelar datos personales.
Y ahora la cosa está peor porque el pleito entre López y Loret dejó de ser una pelea personal y hasta absurda, pues hoy es un conflicto que ya dividió (más) al país.
Pero lo cierto es que el engrudo se le está haciendo bolas a la 4T y no es precisamente gracias al trabajo de la inexistente oposición, sino a las malas decisiones tomadas desde Palacio Nacional.
Independientemente de que nos caiga bien o mal el señor Loret de Mola, lo hecho por el presidente es un acto de espionaje y de ilegalidad, propio de un aspirante a dictador.
Las cosas como son, amable lector.
Peor está el asunto para el señor presidente que las voces que salen en su defensa lo han perjudicado, como es el caso del lacayo Antonio Attolini, quien ingresó a la conversación que se dio en Twitter en apoyo a Loret de Mola para defender al mandatario.
Pero, fiel a su costumbre, Attolini no conectó su boca a su cerebro y terminó confirmando que el presidente mintió en los datos que presentó contra Loret.
Y qué decir de la señora Patricia Armendáriz, extiburona de “Shark Thank” y actual diputada de MORENA, quien dijo que TODOS los periodistas de México deberían transparentar sus ingresos.
¡Estoy dentro, señora Armendáriz! (Como dicen en “Shark Thank”)
Siempre y cuando ella transparente los ingresos reales que tiene como diputada y si en verdad ha entregado el dinero ofrecido en el referido programa a empresarios mexicanos.
A ver si es cierto.