“Candados del amor”, símbolos que duran más que una relación

En diversos parques de la república mexicana podemos encontrar candados colgados en barandales, muchos acompañados de fotografías o frases de amor que los enamorados dejan para simbolizar su “amor eterno”.

En Puebla, por ejemplo, en la zona histórica de Los Fuertes podemos encontrar infinidad de candados dejados por las jóvenes parejas, que sueñan con que esta promesa de amor haga que su relación sea eterna y feliz.

No obstante, es una realidad que este tipo de promesas no siempre tienen un buen final, pues aunque decenas de candados se mantienen en estos lugares, gran parte de las parejas que las dejaron terminaron ya con su relación.

Es un hecho que en la actualidad es más complicado que las relaciones amorosas sean duraderas, sobre todo porque los intereses de cada integrante de la pareja muchas veces son completamente diferentes, lo que las obliga a romper con la relación.

También debemos tomar en cuenta que en la etapa del enamoramiento es cuando se hacen más este tipo de promesas, pero cuando aflora la verdadera personalidad del ser amado, muchas personas prefieren terminar con el noviazgo.

Son los adolescentes y jóvenes los que más hacen este tipo de promesas, pero estadísticas recientes indican que el noviazgo en edades de entre 15 y 19 años dura menos de año y medio en promedio.

De la misma manera, se menciona que el 76 % de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 24 años sufrió de algún episodio de violencia durante el noviazgo, lo que llevó a la ruptura de esta relación.

La costumbre de los “candados del amor” no es mexicana, pues esta creencia se originó en Florencia, Italia, en el Ponte de Vecchio de esta ciudad italiana y no es precisamente una historia de amor tipo Romeo y Julieta.

Resulta que un cerrajero de la zona quiso hacerle publicidad a su cerrajería colocando en este lugar uno de los candados que vendía; sin embargo, las parejas comenzaron a imitar su acción, asignándole un significado profundo y romántico que nada tenía que ver con el propósito del cerrajero.