Sí, otra vez caímos en la cortina de humo

Sí, otra vez caímos en la cortina de humo

Hace algunos meses, en este espacio se abordó la manera en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador se había convertido en un maestro en el arte de montar cortinas de humo.

 

Siempre caemos “redonditos”. El presidente “maestrazo” nos maneja a su antojo.

 

¿No lo cree, amable lector?

 

Hoy todos estamos hablando de las declaraciones del presidente sobre España y cómo ha planteado pausar las relaciones con los ibéricos por un supuesto saqueo a México por parte de empresas españolas.

 

¡En la madre patria! Gritamos todos.

 

Y es entonces que comenzaron los dimes y diretes entre afines al régimen lopezobradorista y opositores al presidente. Sinceramente, amable lector, ni a quién irle.

 

Mientras en la sobremesa familiar y entre amigos se calientan los ánimos por hablar de México y España, nuestro ocupante de Palacio Nacional solo dice: “Mijo, tranquilo, ya le resolví su problema”.

 

Así es, estimado lector. En estos momentos quién caramba se acuerda de la mansión lujosa que disfrutó José Ramón, hijo de López Obrador, en Houston, Texas.

 

Nunca se aclaró el caso ni se confirmó o descartó el uso de recursos públicos para pagar esa casita gracias a que Andrés Manuel puso el verbo “pausar” en medio de las palabras México, España y relaciones.

 

Sabe qué, no se van a pausar las relaciones con España, sería un suicidio que ni el mismo López Obrador se atrevería a cometer.

 

El plan pensado desde Palacio Nacional salió a la perfección. En México no se habla de otra cosa más que de las relaciones bilaterales con España.

 

Mientras tanto, José Ramón se echa otra nadadita en la pequeña alberca de su mansión en Houston, mientras Carolyn le prepara un “sandwichito”. Eso sí, de jamón serrano en honor a la madre patria.

 

¡Y olé!