El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el jueves la creación de una nueva empresa militar que manejará las grandes construcciones emblemáticas de su administración, bautizada con el nombre de culturas prehispánicas.
"Todo esto que estamos haciendo queremos que se pueda heredar a las nuevas generaciones, es de la Nación y por eso se tomó la decisión de crear una empresa que se llama Olmeca, Maya Mexica", anunció en una conmemoración del Día de la Fuerza Aérea Mexicana.
En la base militar Santa Lucía, la principal del país, en los linderos del Estado de México con la capital, el jefe del Ejecutivo dijo que la primera misión será administrar el Aeropuerto Internacional en esa instalación aeronáutica que será rebautizada "Felipe Ángeles", en honor al general y caudillo de la Revolución Mexicana de principios del siglo XX.
Las atribuciones de la nueva corporación militar se extenderán al nuevo aeropuerto que se construye cerca del sitio arqueológico maya de Tulum, enclavado en un acantilado de la península de Yucatán, frente al mar Caribe.
Los jefes castrenses también administrarán los aeropuertos de Chetumal, el aeropuerto de Palenque y el Tren Maya en esa región del sureste del país.
"Queremos que las Fuerzas Armadas custodien, cuiden el patrimonio de todos los mexicanos", sentenció el gobernante en la ceremonia militar.
PENSIONES VERDE OLIVO
Con las utilidades de esa nueva empresa, el Gobierno reforzará sus finanzas para el pago de pensiones a militares y dará mantenimiento a los megaproyectos de infraestructura.
"Esa misma empresa va a manejar los 1,500 kilómetros del Tren Maya y esa empresa que va a depender de las fuerzas armadas, va a destinar el 75 por ciento de sus utilidades para las jubilaciones de marinos, de soldados, de integrantes de las fuerzas armadas", reveló el discurso presidencial.
López Obrador inauguró las nuevas instalaciones donde se trasladará la antigua base militar de Santa Lucía, colindante con el aeropuerto internacional que entrará en operaciones en marzo próximo.
Reconoció que enfrenta a las fuerzas de la oposición civil y política, que tienen casi la mitad de los asientos del Congreso en ambas cámaras, gobierna varios estados y decenas de municipios, además del activismo de organizaciones feministas, ecologistas, de defensa de derechos humanos y la libertad de expresión.
Sin embargo, aseguró que actúa con el respaldo popular: "al pueblo le debemos el haber llegado para transformar y nunca le vamos a dar la espalda", exclamó.
Reseñó sus decisiones respaldadas por las Fuerzas Armadas: la construcción de los cuarteles de la Guardia Nacional, que tiene más de 70 por ciento de efectivos provenientes del Ejército y la Marina; y la construcción de sucursales del Banco de Bienestar, destinado a repartir fondos públicos de sus programas sociales.
"Se está trabajando para el desarrollo de México y lo estamos haciendo gracias a la colaboración de las Fuerzas Armadas, sin retórica, sin demagogia", afirmó.
Los militares también han ejecutado el plan nacional de vacunación, y han respaldado operaciones político diplomáticas como "el rescate del presidente de Bolivia Evo Morales", a finales de 2019, cuando fue derrocado.
Afirmó que le habría sido difícil enfrentar la crisis sanitaria y económica "sin el apoyo de las secretarías de Defensa y Marina".
La oposición cuestiona como uno de los riesgos del estilo de gobernar de López Obrador, la extensión progresiva del rol de los militares.
La más reciente protesta ocurrió en el Congreso, donde por primera vez en su historia, el gobierno organizó la inauguración del período de sesiones anuales con una ceremonia ejecutada por militares y una banda castrense, que ingresó con tambores y trompetas al pleno de sesiones del Palacio San Lázaro, icono del poder civil.
