
Con motivo de la consulta de revocación de mandato, desde el pasado 4 de febrero y hasta el próximo 10 de abril, día que se llevará a cabo este ejercicio, se tiene una veda electoral que ha afectado a diversos gobiernos estatales y federales.
Poco más de dos meses durará esta veda electoral que fue ya catalogada como “excesiva” por el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, pues en algunas cosas atan de manos a las administraciones locales.
???????? Califica el gobernador @MBarbosaMX como “larguísima” la veda electoral para la consulta de revocación de mandato, aunque sentencia que se respetará pic.twitter.com/KNM8wF8IOz
— Imagen Poblana (@imagenpoblana) February 2, 2022
Durante una veda electoral, de acuerdo al artículo 33 de la Ley Federal de Revocación de Mandato, ninguna otra persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en la opinión de los ciudadanos.
En caso de que esto ocurra, el Instituto Nacional Electoral (INE) ordenará la cancelación de cualquier propaganda e iniciará el proceso de sanción que corresponda.
Contrario a lo que sucede en una veda electoral derivada de una jornada de elección popular, en la presente ningún partido político puede promover o denostar la consulta, pues se haría acreedor a una sanción.
Es decir, el silencio debe ser total tanto en institutos políticos como en gobiernos del orden estatal, municipal y, por supuesto, en el federal.
De esta manera, raya en el ridículo que por una consulta que muy probablemente resulte un fracaso total, se tengan que hacer un silencio que no permite a los gobiernos informar sobre resultados y acciones.
La sociedad requiere que sus autoridades informen los avances que se tienen en cada una de las localidades, por lo que esta veda electoral se puede tomar como periodo de pausa que no beneficia a nadie.
Los más afectados con esta veda son los gobiernos emanados de partidos de oposición, como los que provienen del PAN, que no tienen interés en esta consulta y aún así deben guardar silencio por dos largos meses.