Los equipos de rescate trabajan a contrareloj en una aldea llamada Igrán, el norte de Marruecos, para intentar rescatar a un niño que el 1 de febrero cayó accidentalmente en un pozo de 32 metros de profundidad.
Hasta el momento, los equipos de rescate han logrado excavar un túnel paralelo de 32 metros y han abierto uno horizontal con el objetivo de acceder a Rayan.
El padre del niño explicó al medio digital Le360 que él estaba reparando el pozo cuando en un momento de descuido Rayan cayó sin que nadie se diera cuenta. Explicó que apenas se percataron del suceso llamaron a las autoridades y todos los vecinos acudieron para ayudar.
"Todo el mundo ha hecho lo máximo posible para que él salga con vida y yo pueda cogerlo entre mis brazos. Pero no les oculto que tanto su madre como yo estamos destrozados y muy nerviosos", admitió.
Medios informan que los socorristas deslizaron una cámara por el agujero donde cayó el niño y detectaron en la mañana del 4 de febrero un "pequeño movimiento" que fue interpretado como "un signo de vida".
Operación de rescate
La agencia de noticias MAP también señaló que los rescatistas pudieron suministrar agua y oxígeno a través de unos tubos.
"El salvamento del niño se acerca (…) Nuestros corazones están con la familia y rezamos a Dios para que vuelva a reencontrarse con sus familiares lo más pronto posible", dijo Mustapha Baitas, portavoz del Ejecutivo marroquí.
Baitas explicó que los equipos de rescate, que son asesorados por topógrafos, pensaron en un primer momento en ampliar el diámetro del pozo, pero abortaron el procedimiento porque el tipo de tierra podría provocar un derrumbe. Por esa razón, indicó, se optó por excavar alrededor del pozo.
De acuerdo con lo que ha informado la agencia de noticias MAP, en el lugar se desplegó un equipo médico para "realizar los exámenes iniciales y las intervenciones de reanimación una vez el niño sea rescatado". También se dispuso un helicóptero de la gendarmería para evacuarlo a un hospital cercano.
#Salvadarayan
El intento de rescate del pequeño Rayan ha provocado expresiones de solidaridad en todo el país. En redes sociales se ha posicionado la etiqueta #salvadarayan (en árabe) que pide por la salvación del niño.
En enero de 2019, en España se vivió un caso similar cuando Julen Roselló, un niño de dos años, cayó en un pozo de prospección en la localidad de Totalán, en la provincia de Málaga. Después de una operación de rescate que mantuvo en vilo al país por 13 días, el cuerpo del pequeño Julen fue encontrado sin vida.