Los contagios de COVID-19 en México siguen al alza gracias a la variante ómicron, dominante en esta cuarta ola que azota a nuestro país y que está dejando cifras de completo escándalo que no se habían visto en toda la emergencia sanitaria.
Aunque es cierto que esta variante no es tan grave en cuanto a efectos, esto no quiere decir que no sea peligrosa para algunos sectores de la población, sobre todo para quienes tienen alguna comorbilidad o no cuentan con la vacuna anticovid aplicada.
Si bien las hospitalizaciones no han presentado un aumento sustancial, hay una cifra que se está minimizando en México y que debe llamar la atención de la sociedad y de las autoridades; nos referimos al número de muertes reportadas diariamente.
México reporta 532 muertes y 48,627 nuevos casos de COVID-19 https://t.co/brHotgwkME
— Imagen Poblana (@imagenpoblana) January 27, 2022
Y es que en los últimos días se han presentado alrededor de 500 muertes diarias, lo que debe ser alarmante debido a que a estas alturas de la pandemia estas muertes se pueden evitar por toda la información que ya se tiene.
Las cifras de muertes por supuesto no se comparan a las que vimos hace un año, donde se alcanzaban hasta 4,000 defunciones diarias; sin embargo, 500 decesos al día por COVID-19 en esta etapa de la pandemia es una cifra de escándalo.
Lo anterior se puede tomar como una consecuencia del mensaje equivocado que se ha dado con la variante ómicron, pues se ha dicho erróneamente que esta cepa no puede causar decesos como las otras variantes.
La irresponsabilidad social con la que siguen actuando muchos mexicanos pone en mayor riesgo a personas con alguna comorbilidad, males que resultan determinantes al ser contagiadas, pues pese a la vacuna, el COVID-19 puede provocar la muerte.
No se debe perder de vista que este es un exceso de mortalidad absolutamente prevenible, ya que se tienen a la mano todas las herramientas para evitar algún contagio, comenzando con un conocimiento amplio de la manera en la que se eviten riesgos.
Sin embargo, seguimos observando en la calle a muchos mexicanos sin cubrebocas, espacios públicos repletos e incluso muchas voces de antivacunas, que se terminan reflejando en una cifra de muertes que tendría que ser mínima a estas alturas de la pandemia.
