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La cuarta ola de contagios de COVID-19 ha dejado nuevamente en evidencia la terrible estrategia de contención del Gobierno Federal, provocando un alza considerable en las cifras de nuevos casos y muertes.
Con 33,626 nuevos casos positivos el pasado miércoles, México rompió nuevamente su récord de contagios en solo 24 horas, lo que también se ve reflejado en las ya más de 300,000 muertes que se tienen en el país.
Aunque las autoridades digan lo contrario, la lucha contra este virus que se da en México no ha dado los resultados que se necesitan, colocando a nuestro país en los primeros lugares de muertes a causa del coronavirus.
Un ejemplo contundente es que en México hay más decesos por COVID-19 que en todo el Continente Africano, que en total ha sumado 232,636 muertes por coronavirus, ante los 300,764 fallecimientos totales que tiene nuestro país.
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Es decir, México tiene 68,128 muertes más que todas las que se registran en África, pese a que dicho continente tiene más de 10 millones de casos positivos, 6 millones más de los que registra en total México.
Increíble resulta que una región con fuertes problemas sociales de todo tipo tenga una menor cifra de muertes por COVID-19 que México, donde por mucho tiempo el padecer esta enfermedad fue casi sentencia mortal para algunos sectores de la población.
África concentra poblaciones cuasi primitivas, guerras, dictaduras, pobreza e ignorancia, y aun así está relativamente mejor que México en temas de COVID-19, algo que debe poner a pensar a las autoridades federales.
Sin embargo, en estos momentos en la agenda del Gobierno Federal hay cosas más “importantes” que garantizar la supervivencia de su población, como es una inútil consulta de revocación de mandato que no ayuda en nada a la sociedad.
Mientras la Federación pondere los temas políticos por encima de la salud pública, México seguirá “destacando” por el terrible manejo de la pandemia de COVID-19.
