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Como sanción ante el incremento de la pesca ilegal y captura incidental de tortugas marinas en Estados Unidos, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidense prohibió a las embarcaciones mexicanas entrar en sus puertos. El organismo emitió varios avisos antes de tomar la medida.
Tras la prohibición de EU, Mariana Aziz, directora de Transparencia de Oceana en México dijo a Efe que ya lo había advertido: “Nosotros advertimos que si México no tomaba medidas serias en el combate de la pesca ilegal y la protección de especies en peligro, nos podíamos enfrentar a otra serie de sanciones y hoy estamos viendo el resultado”.
La sanción fue impuesta tras la emisión del reporte bianual de la NOAA al Congreso de Estados Unidos, en el que México recibió “certificación negativa” por actividades de pesca ilegal en aguas estadounidenses y captura incidental de tortugas marinas.
Asimismo, la organización explicó a Efe que la prohibición fue implementada luego de varios avisos remitidos a México por la autoridad pesquera estadounidense. Uno de ellos fue el de agosto del año pasado, cuando EU advirtió que México incurría en actividades de pesca ilegal tras detectar embarcaciones pescando sin permiso en aguas norteamericanas.
Ese mismo año México perdió la certificación de exportación de camarón por encontrar barcos que carecían de dispositivos para exclusión de tortuga. En este sentido, Aziz dijo que esperan que la administración de AMLO se “tome en serio esta advertencia” y por fin tome acciones “concretas y de fondo” para el combate de la pesca ilegal.
La especialista dijo que estas actividades tienen impacto sobre otras especies como las tortugas marinas, pues varios barcos pesqueros carecen de dispositivos que permiten que estos animales escapen de las redes.
Otras especies que están amenazadas por la pesca ilegal son las vaquitas marinas, de las que solamente quedan siete ejemplares, y la totoaba, una especie con la que pescadores trafican.
Por ello, Oceana llamó a las autoridades mexicanas a trabajar en conjunto con las organizaciones no gubernamentales y con el sector pesquero a fin de evitar medidas como la impuesta por Estados Unidos, ya que “por unos cuantos que incumplen las normas todos se ven afectados”.
