En estos momentos, miles de hogares de México y el mundo están totalmente decorados de motivos navideños y las luces son parte importante de este decorado que alimenta el espíritu de la Navidad.
En algunas casas, las luces navideñas son lo que más destaca, pues llenan de vida los hogares en esta temporada. Sin embargo, alguna vez te has preguntado el origen de esta costumbre que sin duda ya es una tradición en nuestro país.
El primer antecedente de decorado con luces viene de los celtas, que adornaban un árbol a comienzos del solsticio de invierno a modo de ofrenda a Frey, dios del Sol y de la fertilidad. Más tarde, esta tradición llegó a los hogares de clase alta en Alemania y Europa.
Más de mil años después aparecieron las luces de Navidad tal y como las conocemos hoy en día, aunque encendidas a través de velas y otros mecanismos parecidos, ya que aún no existía la electricidad.
En el matrimonio de la Reina Victoria de Reino Unido con el príncipe alemán Alberto de Sajonia, en 1840, llegó definitivamente la tradición del árbol de Navidad decorado con adornos y luces, costumbre que se trasladó a los hogares británicos e incluso trascendió a otras casas reales.
Las primeras luces de Navidad estaban presentes en la decoración en forma de velas con cera derretida, agujas y todo tipo de sistemas que hacían que estuvieran sujetas a las ramas del árbol. Después se comenzaron a utilizar otro tipo de soportes cómo pequeños candelabros o farolillos hasta la llegada de la electricidad en la década de 1880.