
Hasta hace unos años, las posadas navideñas eran un momento de reunión de la familia y motivo de reflexión religiosa, que también daba oportunidad a que las tradiciones fueran adoptadas por los más jóvenes del hogar.
Sin embargo, con el paso de los años las nuevas generaciones ya no ven a las posadas como un motivo de reunión familiar, ya que la manera en la que se vive en la actualidad, donde los jóvenes ya no profesan una religión o viven lejos de sus familias, no permiten que se sigan llevando a cabo.