
Luego de un año de ausencia debido a la pandemia de COVID-19, las peregrinaciones de poblanos a la Basílica de Guadalupe regresaron a las carreteras, pero viviendo una “nueva normalidad” gracias a la crisis sanitaria que aún no termina.
Aunque sí hay grupos de peregrinos circulando sobre la autopista México-Puebla, el número es bastante reducido comparado a años anteriores, además de que se están llevando a cabo en su mayoría en bicicleta o en relevos y con menor cantidad de personas.