A fin de obtener el pasaporte covid, antivacunas daneses se organizan en redes sociales para contagiarse del virus, y luego de recuperarse solicitar el salvoconducto, obligatorio para acceder a bares, restaurantes, discotecas, cines, galerías, museos y otros lugares públicos, así como viajar al extranjero sin la necesidad de presentar los resultados de una prueba PCR o un test de antígenos.
El pasaporte covid, con validez de seis meses, solo se entrega a quienes han sido vacunados o a las personas que han superado la enfermedad, y ante la presión de las autoridades para inmunizar a la población, integrantes de sectores antivacunas han emprendido una búsqueda de personas infectadas para ser contagiados.
Según medios locales, estos encuentros han sido llamados "visitas corona" y la gente hace todo lo posible por contagiarse del virus que aceptar la vacuna, pues acusan que los componentes del antígeno son contraproducentes, aunque sus argumentos están basado en las llamadas teorías conspirativas.
Una mujer entrevistada al respecto, dijo: "Es que ya me cansé de esto. Así que, es para conseguir el pasaporte sanitario rápido y evitar que me hagan pruebas todo el tiempo. Luego, uno se vuelve inmune a la enfermedad".
Según refirió la mujer, que quiso permanecer anónima, hace todo lo posible para enfermar, incluso confesó: "Mi hijo y sus amigos estaban enfermos y aislados. [...] Y por eso los abrazo, como de sus platos y bebo de sus vasos".
Otra antivacunas que no reveló su identidad, dijo que hay que "hacer un trato con alguien enfermo”, pues dar besos, abrazarse y estrechar manos no es suficiente. Por ello, para incrementar la posibilidad de contagio es “necesario compartir la mucosa infectada”, asegura la mujer.
Al respecto, Jan Pravsgaard Christensen, profesor del Departamento de Inmunología y Microbiología de la Universidad de Copenhague, dice que algunas personas rechazan la vacunación porque temen a los efectos secundarios. Sin embargo, afirma que infectarse deliberadamente no es nada seguro y puede resultar muy dañino y provocar un estado grave en los pacientes.
Por último, el experto dijo: "En mi opinión, infectarse supone un riesgo innecesario y los efectos secundarios de las vacunas son extremadamente raros".