Prohibición de acceso a no vacunados, una necesidad en Puebla

Prohibición de acceso a no vacunados, una necesidad en Puebla

Foto: Pixabay

El mundo entero está en estos momentos en alerta máxima gracias a la cuarta ola de contagios de COVID-19 que se está presentando, provocada por personas que decidieron no vacunarse y agravada por la llegada de la variante ómicron.

 

En diversas naciones se han tomado medidas drásticas para evitar que los contagios se vuelvan a disparar, máxime porque ómicron es una variante más contagiosa y que puede ser transmitida principalmente por los antivacunas.

 

De esta manera, las prohibiciones de acceso a sitios públicos a personas que han decidido no vacunarse es una gran opción para evitar que se propague el virus, pese a que muchos tomen esto como un acto de discriminación

 

Por este motivo, es una necesidad que en Puebla se emita el decreto que prohíbe la entrada a restaurantes, plazas comerciales y otro tipo de negocios a todos aquellos que no han querido vacunarse contra el COVID-19.

 

 

Puebla se ha caracterizado por ser un estado donde la sociedad no ha tomado muy en serio las medidas de prevención, además de que hay un sector que se niega a ser vacunado pese a los esfuerzos del Gobierno Estatal para adquirir antígenos.

 

Por este motivo y apegado a la máxima de proteger a la comunidad, es urgente que se oficialice la prohibición de entrada a sitios públicos a los no vacunados, a fin de fomentar su inoculación y proteger a los ciudadanos responsables.

 

Aunque es un hecho que Puebla está preparada para enfrentar una cuarta ola, es también cierto que para evitar un colapso hospitalario en esta temporada navideña es necesario que el 80 % de la población esté vacunada.

 

 

Ante este escenario, el solicitar el certificado de vacunación como requisito de entrada a algún establecimiento se coloca como una gran manera de evitar brotes de COVID-19.

 

De lo contrario, la irresponsabilidad social de los poblanos, combinada con la variante ómicron, podría provocar que la temporada de frío se convierta en una cuarta ola de contagios muy cruda y con resultados devastadores.

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