“Señorita” es un término utilizado desde tiempos inmemoriales, pero en pleno debate sobre el lenguaje inclusivo, Naciones Unidas recomienda no usarlo para no perpetuar estereotipos de género.
El ahora cuestionable término ha sido utilizado de generación en generación. Uno de sus usos más comunes es para indicar el inicio de la adolescencia o la adultez en las niñas, pero también para señalar el estado civil de las mujeres, de forma no tan explícita.
Expresiones como "es toda una señorita" solían decir abuelos o padres anunciando el fin de la niñez y destacando el crecimiento de sus pequeñas.
Aún en la actualidad esa expresión se utiliza como halago y es popularmente aceptada.
De igual forma, ser presentada como señorita es visto como una simple cortesía. Este tratamiento, se da mayoritariamente a mujeres solteras, maestras de escuela, profesoras, o que se desempeñan como secretarias o asumen tareas de administración, según la Real Academia Española.
Sin embargo, en los últimos tiempos, el lenguaje pasó a estar en el foco de la atención debido a que desde los movimientos sociales, particularmente feministas, se llamó a una mayor representatividad y a cuestionar que los cambios sociales no se veían reflejados en un sistema arcaico.
Dejar de utilizar el masculino genérico y apostar por visibilizar en el lenguaje tanto a las mujeres como a disidencias fue una de las apuestas para combatir la discriminación, los prejuicios y los estereotipos de género.
Naciones Unidas es una de las tantas organizaciones que cuestiona términos que por miles de años han sido usados por las sociedades de todo el mundo.
Es así que en sus "orientaciones para el empleo del lenguaje inclusivo en cuanto al género", "se desaconseja el uso de señorita como forma de tratamiento de las mujeres y se recomienda el uso de señora en todos los casos para no explicitar el estado civil de las mujeres de forma innecesaria".
Algo que puede realizarse según el organismo internacional, si la situación así lo permite, es consultar a la persona a la que se hará referencia de qué forma desea ser tratada.
Asimismo, otras de las sugerencias por parte del organismo para hacer un uso del lenguaje más inclusivo es referirse a las personas de la misma forma, independientemente del sexo.